Revolut, nacido como una solución para los viajeros, ha evolucionado hasta convertirse en un competidor significativo en el sector bancario, ahora con una impresionante base de 50 millones de usuarios en todo el mundo. En España, la entidad digital ha captado el 20% de las nuevas altas, sumando más de cuatro millones de clientes, lo que la posiciona como el quinto país más importante del grupo a nivel global.

Eduardo Pérez Toribio, el encargado de la sucursal en España, ha compartido que la empresa tiene planes ambiciosos para el futuro. "Nuestro objetivo es alcanzar los 100 millones de clientes en 100 países y generar 100 millones de beneficios anuales", explica Pérez. Este crecimiento se basa en una sólida estrategia de expansión y consolidación de negocios.

En cuanto a la presencia de Revolut en España, Pérez añade: "Hemos superado los cuatro millones de clientes, y la contratación de talento local también está en nuestra agenda. En abril, abrimos un TechHub en Barcelona con la intención de atraer talento internacional".

Recientemente, Revolut ha anunciado el lanzamiento de hipotecas y cajeros automáticos en España, lo que marca un paso más en su estrategia de incorporar nuevos productos al catálogo. "La evolución es fundamental. Estamos trabajando en el segmento de ahorro y hemos lanzado cuentas flexibles, además de abrirnos al negocio empresarial. Esto nos diferencia claramente de los bancos tradicionales, que parecen estar estancados en sus métodos", añade Pérez.

La regulación local también es un tema clave para Revolut. "Cada país tiene sus propias exigencias, y trabajamos de la mano con las administraciones para cumplirlas. Desde enero, somos supervisados directamente por el Banco Central Europeo, lo que refuerza nuestra credibilidad en el mercado".

Cuando se le pregunta si considera a otros neobancos como competencia, Pérez afirma que su verdadera competencia son bancos de renombre como BBVA y Santander. "Nosotros no solo ofrecemos productos, sino una libertad para gestionar las finanzas de forma global, sin las ataduras típicas de la banca tradicional", explica.

Además, la política de precios competitivos de Revolut se debe a la falta de una infraestructura de oficinas tradicional. "Sin esos costos, podemos ofrecer mejores condiciones. Nuestros productos crediticios son directos y sin cláusulas ocultas, y nuestros planes de suscripción están diseñados para que los clientes obtengan valor añadido", asegura Pérez.

Con su rápido crecimiento, el banco tiene grandes aspiraciones para 2030. "Queremos ser reconocidos como uno de los bancos más relevantes del mundo, si no el primero, dentro de los dos o tres principales". La visión de Revolut sigue transformándose, adaptándose a las demandas del mercado y buscando siempre superar las expectativas de sus clientes.

En un mundo financiero en constante evolución, la pregunta que nos queda es: ¿puede Revolut realmente cambiar la manera en que todos vemos la banca?