La época navideña es sinónimo de reuniones familiares y festines deliciosos, y cada vez más asturianos optan por encargos de comida para evitar el estrés de la cocina. José Hermida, propietario del famoso restaurante El Jamonar en Gijón, resume la situación: «Es el día más gordo del año, el que más vendo con diferencia». Desde hace alrededor de 20 años, comenzó esta tradición de ofrecer menús de Nochebuena y Navidad para llevar, una elección que ha crecido notablemente, especialmente tras la pandemia.

Los precios varían, pero muchos restaurantes ofrecen opciones asequibles que compiten con los gastos de compra de ingredientes. Hermida, por ejemplo, presenta su menús de Nochebuena por solo 42 euros, que incluye una selección de entrantes y platos principales que seguramente harán las delicias de los comensales.

En otras partes de Gijón, como en la sidrería El Requexu, la tendencia es ofrecer platos sueltos en lugar de menús fijos. Este enfoque ha resultado exitoso, con una demanda creciente de platos preparados que van desde sencillas croquetas de jamón ibérico a un impresionante cochinillo al horno, destacando que la gente prefiere evitar el largo proceso de cocción que implica hacer todo desde cero.

Los tradicionales platos navideños como la sopa de marisco y el pastel de cabracho siguen en la cima de las preferencias. Y no solo en Gijón; según Marcos González, propietario de la sidrería El Pedreru, la sopa de marisco es un clásico solicitado por los ovetenses, quienes cada vez cocinan menos en casa.

En Oviedo, los restaurantes están viendo un aumento en los encargos de cenas navideñas. Mónica Santos de El Raitín confirma que este año han recibido más de cien encargos y que cada año va en aumento. Los ovetenses están optando por encargar comida en lugar de cocinar, especialmente una buena sopa que tradicionalmente se pasaba días preparando.

La tendencia en Avilés también es evidente, con un incremento notable en las solicitudes de comida preparada para estas fiestas. En la carnicería Delfina y La Solana, los pedidos continúan llegando a raudales, con delicias como lechazo asado y cochinillo de Segovia como protagonistas. Esto demuestra un cambio en los hábitos de consumo, donde el encanto de la preparación casera se ha visto superado por la comodidad y la calidad de los menús elaborados por profesionales.

Los asturianos han adaptado sus tradiciones a los tiempos modernos, y al parecer, la comida para llevar ha llegado para quedarse. Esta transformación no solo facilita la celebración de momentos especiales, sino que también apoya a los restaurantes en momentos en que las familias buscan experiencias navideñas sin el estrés de la cocina. En definitiva, la comida de estas fiestas se está convirtiendo en una nueva forma de compartir y disfrutar sin perder el sabor y la tradición.