Novak Djokovic ha decidido no tolerar más las críticas y los ataques de parte de los medios de comunicación, especialmente después de su reciente victoria ante Jiri Lehecka en el Open de Australia. Durante la conferencia de prensa posterior al partido, el campeón serbio se negó a responder preguntas de Jim Courier, quien es uno de los entrevistadores del torneo. Todo esto fue provocado por comentarios despectivos de un periodista de Channel 9, que lo calificó de "fracasado" y afirmó que estaba "sobrevalorado".

En lugar de participar en la entrevista, Djokovic optó por dirigirse directamente a sus fans, agradeciendo su apoyo y prometiendo verlos en la siguiente ronda. "Gracias por haber estado aquí esta noche. Gracias por la presencia y el apoyo. Nos vemos en la siguiente ronda", dijo mientras se retiraba hacia el vestuario, dejando a los presentes en un estado de asombro.

Este episodio no es aislado; Djokovic ha enfrentado una constante hostilidad por parte de ciertos sectores del público australiano, que a menudo lo ven como el villano de su narrativa. Sin embargo, esta vez, su reacción fue contundente al rechazar la entrevista, expresando que el tono burlesco del periodista no era aceptable ni en la pista ni en un evento tan prestigioso.

En una declaración posterior, Djokovic enfatizó: "He decidido no conceder entrevistas para Channel 9. No tengo nada en contra de Jim Courier ni del público australiano, pero la situación fue muy incómoda. Este no era el momento ni el lugar para discutir mis sentimientos sobre esta situación".

Además, el serbio mostró su solidaridad con la tenista estadounidense Danielle Collins, quien recibió abucheos de la afición local cuando venció a una jugadora australiana, lo que refuerza su posición respecto a la presión que enfrentan los jugadores en Australia.

Con este episodio, Djokovic se une a la creciente lista de atletas que han decidido alzar la voz en contra de las críticas injustas. Su determinación de no aceptar comentarios despectivos, ya sean de periodistas o de la afición, enfrenta una simbólica lucha que resuena más allá del tenis, en el ámbito del respeto y la dignidad personal.

A pesar de las posibles sanciones económicas que podría enfrentarse por su negativa a hablar con Channel 9, el campeón de 24 títulos de Grand Slam está preparado para asumir cualquier consecuencia, afirmando: "Aceptar la multa es lo de menos. Defenderme y defender a mis aficionados es lo más importante".