La tarde del sábado pasado se tornó trágica en la aldea de A Raxeira, en Cuntis, cuando un incendio arrasó la vivienda de una joven pareja. Ambos, junto a su bebé recién nacido de apenas diez días, se vieron atrapados en una situación de pánico y horror. Aunque los padres, David R.R. de 34 años y Lorena N.G. de 30 años, sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado, su hija milagrosamente salió ilesa, encontrada envuelta en una manta en el regazo de su abuela, quien fue la primera en llegar al lugar junto a un vecino.

Los esfuerzos de los servicios de emergencia se activaron rápidamente tras recibir la alarma a las 15:03 horas. En cuestión de minutos, los equipos, incluyendo la policía, la Guardia Civil y los bomberos, llegaron al lugar donde encontraron a David con quemaduras en casi todo su cuerpo. A pesar de su grave estado, su única preocupación era su hija: "¿Dónde está la niña? ¡¿Dónde está?!", repetía angustiado.

Las primeras indagaciones apuntan a que el fuego se originó por una explosión de un radiador eléctrico en el pasillo. Supuestamente, el incidente ocurrió mientras David intentaba encender el fuego en la cocina, momento en el que el aparato falló, esparciendo un líquido inflamable que lo alcanzó, mientras que el humo se expandió rápidamente, afectando a varias habitaciones.

A causa de la gravedad de sus heridas, un helicóptero del servicio de emergencias fue convocado para transportar a David a la unidad de quemados del Hospital Universitario de A Coruña. Lorena, inicialmente destinada al Clínico de Santiago, también fue trasladada a A Coruña debido a la complejidad de sus lesiones. Su hija, aunque no presentaba quemaduras visibles, permanece bajo observación médica por riesgo de inhalación de humo.

Este triste evento se enmarca en una peligrosa tendencia en Galicia, donde en menos de una semana se han registrado al menos una docena de incendios en viviendas, dejando a la comunidad preocupada. Tras el suceso en Cuntis, se reportó otro incendio en Ourense en Nochebuena, donde una mujer mayor perdió la vida, y varios otros incidentes en Ferrol y Sada, que involucraron intoxicaciones y evacuaciones.

El alcalde de Cuntis, Manuel Campos, lamentó lo sucedido, mientras que el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, se puso en contacto con la familia para ofrecer apoyo en este difícil momento. Vecinos y amigos de la familia se han unificado en un esfuerzo para ayudar a los afectados mientras esperan noticias sobre su recuperación.

La comunidad está en shock, y los esfuerzos de apoyo no se han hecho esperar. La situación se convierte en un claro recordatorio de los peligros que suponen los incendios en el hogar, especialmente durante el invierno, cuando el uso de calefacción aumenta. Es vital que se tomen medidas de precaución para prevenir tragedias similares.