En España, el cáncer colorrectal representa la principal causa de diagnóstico de cáncer, con una estimación de 40.203 nuevos casos en 2023, lo que equivale a casi el 15% de todos los tumores detectados en el país. Este tipo de cáncer afecta ligeramente más a hombres que a mujeres, siendo el segundo más común en ambos géneros, después del cáncer de próstata en hombres y tras el cáncer de mama en mujeres.

Sorprendentemente, la incidencia de esta enfermedad ha aumentado considerablemente entre personas menores de 50 años, una tendencia que también se está reflejando en España. En 2023, fueron reportados 15.385 fallecimientos debido a esta enfermedad, posicionándola como la segunda causa de muerte por cáncer, sólo detrás del cáncer de pulmón.

Este alarmante incremento en la población joven ha llevado a los expertos a revaluar las estrategias de prevención y diagnóstico temprano, ya que tradicionalmente se enfocaban en personas mayores de 50 años. Estar alerta ante cualquier síntoma, por pequeño que sea, puede ser vital para un diagnóstico temprano y mejorar las tasas de supervivencia.

Un caso que ha captado la atención es el de Ellie Wilcock. A sus 25 años, esta joven de Peterborough, Inglaterra, comenzó a experimentar síntomas que parecían inofensivos pero que resultaron ser una señal de un problema mucho más serio. Un dolor intenso en su abdomen, episodios de fatiga extrema y cambios en sus hábitos intestinales se confundieron con problemas menores, como una posible infección urinaria.

Sin embargo, detrás de estos síntomas se ocultaba una realidad devastadora: fue diagnosticada con cáncer de colon en etapa cuatro, una fase que indica metástasis a otros órganos. Esto destaca una creciente inquietud entre los profesionales de la salud sobre el aumento de diagnósticos en personas menores de 50 años, dejando a muchos médicos perplejos.

A pesar de buscar atención médica temprana, Ellie enfrentó un diagnóstico retrasado. Los médicos primero consideraron posibilidades como infecciones urinarias o quistes ováricos, desestimando los síntomas abdominales más graves. Este desliz en el diagnóstico permitió que su enfermedad avanzara sin control, afectando gravemente su hígado, ovarios y peritoneo.

Uno de los síntomas que pasó desapercibido fue el cambio frecuente en sus hábitos intestinales, alternando entre diarrea y estreñimiento. Aunque estos signos son comunes en el cáncer de colon, a menudo se malinterpretan como condiciones benignas, como el síndrome de intestino irritable. Por lo tanto, es crucial no minimizar tales alteraciones y buscar asesoramiento médico inmediato.

Por otro lado, la fatiga extrema que experimentó fue otro signo que quedó en segundo plano. Ellie regresaba del trabajo tan exhausta que apenas podía mantenerse despierta. Era fácil pensar que estaba agotada por el estrés laboral y un estilo de vida acelerado, pero su cuerpo estaba en una lucha silenciosa contra una enfermedad grave.

Otro síntoma revelador que finalmente identificó fue la presencia de sangre en sus heces, un signo que puede variar en color desde rojo brillante hasta un tono más oscuro. Ellie ha llamado la atención sobre la importancia de no ignorar estos síntomas. En sus publicaciones en redes sociales, ha enfatizado que no deberíamos sentir vergüenza al reportar este tipo de cambios. La detección temprana es esencial para mejorar las tasas de supervivencia, y cualquier alteración en nuestras evacuaciones debería ser motivo de consulta médica inmediata.

Cada vez más jóvenes están enfrentando diagnósticos de cáncer de colon, lo que ha llevado a la comunidad médica a investigar las causas detrás de este fenómeno. Aunque el cáncer de colon sigue siendo más común en adultos mayores de 50, en las últimas tres décadas, se ha reportado un incremento del 50% en diagnósticos en la población joven.

Existen múltiples hipótesis sobre los factores que contribuyen a esta problemática. Entre ellos, el aumento de la obesidad y la exposición a contaminantes en el agua potable han sido destacados. Sin embargo, un enfoque que ha cobrado fuerza es el consumo elevado de alimentos ultraprocesados. Estos alimentos, que abarcan desde cereales hasta pan y aderezos, contienen aditivos artificiale que podrían estar perjudicando nuestra salud intestinal en formas que aún estamos comenzando a comprender.

Es fundamental que los jóvenes se informen sobre los signos y síntomas del cáncer de colon. La salud es nuestra prioridad, y reconocer los cambios en nuestro cuerpo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. ¡No ignores las señales y busca ayuda médica ante cualquier duda! Este mensaje de Ellie no es solo un llamado a la conciencia, sino también un recordatorio de que la prevención puede salvar vidas.