En un giro devastador de los acontecimientos, la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha provocado estragos en varias regiones de España, especialmente en Málaga, donde las torrenciales lluvias han resultado en la evacuación de más de 4,000 personas. La situación es tan crítica que el Gobierno está bajo presión para explicar sus medidas de emergencia en respuesta a este desastre natural.

Los últimos informes indican que, en Málaga, alrededor de 1,100 personas han sido evacuadas en Véllez-Málaga debido a la crecida del río, lo que suma un total de 3,000 evacuados de diversas localidades afectadas. En la capital andaluza, las calles se han inundado y varias áreas del Hospital Clínico están bajo agua mientras los equipos de emergencia trabajan para achicar el líquido.

El aviso rojo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se mantiene en Málaga y Valencia. En esta última, la cifra de fallecidos ha llegado a 216, con 16 personas aún desaparecidas tras las inundaciones del 29 de octubre. Las autoridades han decidido suspender las clases en colegios de varias provincias afectadas, incluyendo Málaga, Granada y Sevilla, para proteger la seguridad de los estudiantes.

La Generalitat Valenciana ha implementado restricciones en el tráfico privado en áreas crónicamente afectadas, aconsejando a los ciudadanos que permanezcan en casa mientras se prevén más lluvias. En Cataluña, la consejera de Interior ha instado a la población a tomar precauciones, especialmente en áreas susceptibles a desbordamientos.

La universidad de Granada ha anunciado la suspensión de clases para el turno matutino, reanudándose solo si no se produce una nueva alerta meteorológica. En la actualidad, Málaga aún enfrenta el riesgo de más inundaciones, y las autoridades han cancelado 15 vuelos en el aeropuerto de la Costa del Sol debido al temporal. Este fenómeno meteorológico es un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas regiones españolas ante condiciones climáticas extremas.

A medida que los equipos de rescate trabajan incansablemente para garantizar la seguridad de los afectados, la atención se centra en evaluar los daños y preparar planes de recuperación en las zonas devastadas. La situación continúa evolucionando, y se insta a todos los ciudadanos a mantenerse informados y atentos a las advertencias de las autoridades.