La conocida multinacional de artículos deportivos Decathlon ha informado que cerrará su centro logístico en Sevilla el 31 de diciembre, ubicado en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto. Este cierre afectará a 110 empleados, y la empresa ha llegado a un acuerdo con los representantes de la plantilla que implica que algunos podrán ser reubicados en otros centros de Decathlon, mientras que otros se enfrentarán a despidos.

Según el abogado José Angel Márquez Ochoa, quien ha asesorado al comité de empresa, se reconoce que todos los despidos incluirán indemnizaciones de 30 días de salario por cada año de servicio, además de una bonificación que varía entre 1.000 y 4.000 euros, dependiendo de la antigüedad del trabajador. Este movimiento ha causado una gran preocupación entre los empleados, ya que muchos dependen completamente de sus trabajos en este centro.

Durante el periodo de consultas, se alcanzó un acuerdo que permitirá a aproximadamente el 30% de los trabajadores ser recolocados en tiendas de la cadena. Para los demás, la opción de traslado se limita a los centros logísticos en Getafe, Martorell y León. La conclusión de este proceso se dará antes del 7 de enero, dejando el centro cerrado desde el último día del año.

El cierre de este centro, establecido en 2006 y que antes abastecía más de 30 tiendas en diversas comunidades autónomas, así como en Portugal y Marruecos, se ha vinculado a razones estratégicas. La empresa busca reestructurar su modelo de negocio y ya ha llevado a cabo cierres similares en otros países europeos como Austria y Francia. Este movimiento pone en evidencia los desafíos que enfrenta la multinacional en la actual economía global y la necesidad de adaptarse a un mercado en constante cambio.

Los trabajadores de Sevilla ahora se encuentran en una situación precaria, y muchos se preguntan cómo afectará esto a su futuro laboral, especialmente en un contexto en el que el empleo en logística está cada vez más competitivo. La decisión de Decathlon ha causado malestar no solo entre los empleados, sino también en la comunidad local, que teme las repercusiones de esta pérdida en la economía de la región.