Ayer se vivió un momento histórico en el mundo del fútbol y la política española. Sandro Rosell, expresidente del FC Barcelona, compareció ante el Congreso de los Diputados en Madrid como testigo y, sorprendentemente, como víctima de la controvertida ‘Operación Catalunya’. Durante una intensa sesión de dos horas y media, Rosell no se contuvo al explicar que es posible que ‘cualquiera sea víctima de un caso fabricado’, lo que podría destrozar su reputación sin pruebas sólidas. En su intervención, también mencionó cómo el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ahora siente en carne propia el juicio público tras las acusaciones que su esposa, Begoña Gómez, ha enfrentado por parte de la organización Manos Limpias.

Rosell no perdió la oportunidad de criticar al sistema judicial, haciendo hincapié en su infortunio con la magistrada Carmen Lamela, quien lo retuvo durante 22 meses en prisión preventiva antes de ser finalmente absuelto de todos los cargos. Cuestionó enfáticamente si la jueza era “inútil o corrupta”, ante lo que considera un abuso de poder.

Estableciendo un paralelismo con su propia experiencia, Rosell lanzó una inquietante pregunta al aire: ‘¿Quién apretó el botón rojo?’ En su declaración, también reflexionó sobre la razón por la cual su presidencia en el Barça le costó tan caro, apuntando a asuntos políticos como el éxito del club, la Vía Catalana que atravesó el Camp Nou, y la celebración del ‘Concert per la Llibertat’.

Además, Rosell instó a que la Comisión de Investigación del Congreso llame a declarar a Jordi Casas, después de que el comisario Villarejo lo identificara como un agente del CNI. Se cuestionó a sí mismo cómo un farmacéutico de Olesa, sin recursos económicos, pudo viajar en primera clase a Madrid, hospedarse en un hotel de lujo y recibir atención especial en la Fiscalía y la Audiencia. ‘¿Quién financió todo esto?’, se preguntó Rosell, planteando una inquietud que resuena entre los aficionados del Barcelona desde hace tiempo y que parece haber quedado sin respuesta en los medios de comunicación.

Las revelaciones de Rosell podrían tener repercusiones inesperadas no solo en el ámbito deportivo, sino también en la política española. ¿Podría esta operación ser solo la punta del iceberg de un entramado más complejo? Los aficionados y analistas del fútbol estarán atentos a las próximas revelaciones en este controvertido caso que no deja indiferente a nadie.