El gobierno español ante una carrera contra el tiempo

El Gobierno español enfrenta una carrera contra el tiempo, ya que tiene menos de 48 horas para alcanzar un acuerdo sobre el controvertido impuesto a las energéticas. Si no se logra cerrar una negociación, este gravamen extraordinario dejará de existir a finales de año. Según fuentes cercanas al proceso, "o llegamos a un pacto, o nos quedamos sin nada". Durante el fin de semana, el Ministerio de Hacienda intensificó sus contactos con Junts y el PNV, y este lunes se reiteraron las llamadas con la esperanza de obtener una "fumata blanca fiscal".

La fecha límite se acerca

La fecha límite es el miércoles a las 18:00, momento en el que se cerrará el periodo de enmiendas del proyecto de ley que busca establecer un impuesto complementario. Este impuesto es clave para garantizar un nivel mínimo de imposición para los grandes grupos empresariales, y es el mecanismo mediante el cual el Gobierno planea hacer permanentes los gravámenes sobre las empresas energéticas y bancarias. Sin un acuerdo alcanzado en esta ventana, el impuesto dejará de ser viable al 31 de diciembre, ya que debe ser aprobado antes de que finalice el actual periodo parlamentario para tener efecto en los resultados empresariales de este año.

La postura de Junts y PNV

En medio de este panorama, el partido Junts ha hecho énfasis en que no respaldará ninguna medida que ponga en riesgo las inversiones en Cataluña, cifrando en hasta 14.000 millones de euros los posibles proyectos de descarbonización que están en juego. Por su parte, el PNV ha manifestado su deseo de que el impuesto se concierte con las haciendas forales, y también se muestra abierto a la posibilidad de bonificaciones.

Búsqueda de soluciones por parte del Gobierno

Mientras tanto, el Gobierno busca soluciones. En los últimos días, se han abierto a modificar el impuesto para conciliar sus intereses con los de sus socios nacionalistas. La Hacienda ha recordado que está trabajando en el desarrollo de incentivos a las inversiones en el sector energético, que ya se mencionaron en el decreto anticrisis del año pasado, lo que podría ayudar a aliviar la carga fiscal de los grandes grupos. Sin embargo, Junts ha rechazado esta propuesta como una solución viable.

Dificultades fiscales y la respuesta del sector empresarial

Las deducciones fiscales relacionadas con inversiones en descarbonización fueron bien recibidas inicialmente en el sector empresarial, pero la complejidad de su tramitación ha generado desconfianza. Las grandes energéticas, lideradas por Repsol, han avisado de un posible retiro de inversiones en España si no se encuentra un camino favorable. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se ha manifestado al respecto, y la compañía Cepsa se ha alineado con esta postura.

Movimientos estratégicos de Portugal

A medida que las negociaciones se tornen más tensas, Portugal entra en escena, comenzando a realizar movimientos estratégicos. Su anuncio de reducción de impuestos ha atraído a Repsol y podría captar aún más proyectos. Este nuevo impuesto resalta las dificultades del Gobierno para aprobar sus iniciativas en el parlamento durante esta legislatura, exacerbando aún más la presión sobre sus negociaciones. ¿Logrará Hacienda el acuerdo a tiempo? El reloj sigue corriendo.