La Casa Blanca ha confirmado recientemente que alrededor de 10,000 soldados norcoreanos están actualmente en Rusia recibiendo entrenamiento militar y se espera que entren en combate en la región de Kursk en las próximas semanas. Esta información coincide con las advertencias de Ucrania, que ha estado alertando a sus aliados sobre una nueva fase en la guerra en curso.

Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, ya había informado en una reunión en Bruselas el 17 de octubre que la Inteligencia Ucraniana había detectado la presencia de soldados norcoreanos en Rusia, fortaleciendo la preocupación de que esta alianza militar podría llevar a un conflicto más amplio. "Esta alianza entre Rusia y Corea del Norte es el primer paso hacia una guerra mundial", afirmó Zelenski, quien busca más apoyo de sus socios en la OTAN.

Sabrina Singh, portavoz del Pentágono, confirmó que las tropas norcoreanas estarán operativas en la región de Kursk en un futuro cercano. Fuentes ucranianas han señalado que ya han realizado ataques aéreos en áreas donde se cree que están ubicados estos soldados. A pesar de esto, no se ha visto una evidencia visual clara de que los soldados norcoreanos hayan estado en el frente hasta ahora.

El New York Times informó que se estima que ahora hay al menos 5,000 soldados norcoreanos en Kursk, y el Estado Mayor ucraniano calcula que Rusia ha enviado 40,000 soldados a esta defensa. La incorporación de las tropas norcoreanas podría aumentar la fuerza en un 25%, lo que permitiría a Rusia mantener fuerzas más experimentadas en otros frentes de la guerra.

Comandos ucranianos han expresado preocupación por la calidad del entrenamiento de los soldados norcoreanos, sugiriendo que podrían no estar listos para combatir en condiciones adversas. Sin embargo, el GUR, el servicio de inteligencia de Ucrania, ha interceptado comunicaciones de los militares rusos que sugieren que estos soldados están siendo transportados para integrarse a la 810ª Brigada de Infantería Naval rusa, actualmente en primera línea de conflicto.

El Parlamento ruso también ha ratificado un tratado de cooperación en defensa con Corea del Norte, aumentando aún más la tensión en la región. Desde el acuerdo alcanzado en junio entre Putin y Kim Jong-un, Rusia ha recibido una cantidad significativa de proyectiles de artillería norcoreana, lo que ha jugado un papel clave en su reciente ofensiva en la región de Donetsk.

A medida que la guerra continúa y el número de bajas en el ejército ucraniano sigue aumentando, el país se enfrenta al desafío de encontrar nuevos reclutas mientras cada vez menos civiles están dispuestos a unirse al frente. La llegada de tropas norcoreanas podría cambiar drásticamente el rumbo de la guerra en los próximos meses.