¡Crisis en Artemis! La NASA guarda silencio sobre la nave Orión y crecen los rumores de cancelación del SLS
2024-11-13
Autor: David
La situación se torna crítica para la NASA. Su ambicioso objetivo de devolver a los humanos a la Luna con las misiones Artemis a partir de 2025 enfrenta no solo rumores de retrasos, sino que ahora también se discute la posible cancelación del cohete SLS (Space Launch System). Mientras tanto, la agencia espacial mantiene un inquietante silencio acerca de los problemas que aquejan a la nave Orión.
Un reporte reciente del periodista Eric Berger, conocido por sus insider revelations sobre el sector aeroespacial, ha agitado el ambiente al afirmar que, aunque la NASA aún no ha tomado una decisión, hay un asombroso 50% de posibilidades de que el programa SLS se cancele. Sin embargo, según Berger, este rumor no aclara la situación de futuras versiones del lanzador, como el SLS Block 1B y el SLS Block 2, sino que atañe al desarrollo total del cohete, liderado por Boeing.
El SLS ha sido objeto de críticas por ser un verdadero “sumidero” de dinero público. Hasta la fecha, solo ha realizado un vuelo exitoso, durante la misión sin tripulación Artemis I, y se estima que cada lanzamiento cuesta alrededor de 4.100 millones de dólares. A esos costos se suman los gastos de desarrollo, que podrían llegar a un costo total de 93.000 millones de dólares para 2025.
La gestión de este programa ha sido muy cuestionada. Por ejemplo, los motores RS-25 de Rocketdyne, que fueron desarrollados en los años 70, han generado un gran escándalo: la NASA inicializa en 40 millones de dólares cada motor, pero ha tenido que desembolsar 146 millones por cada uno de los motores involucrados en el SLS.
Se ha señalado también el problema de los contratos cost-plus, donde la NASA asume los costos extras de sus contratistas. Un claro ejemplo se encuentra en la torre de lanzamiento móvil ML-2, cuyo costo inicial era de 383 millones de dólares y cuya entrega se preveía para 2023; ahora se espera que llegue en 2027 con un costo estimado de 2.700 millones de dólares.
Los expertos piden una reevaluación del programa Artemis y sugieren un enfoque similar al que se utiliza para los vuelos comerciales a la Estación Espacial Internacional, promoviendo contratos de precio fijo y una colaboración más abierta con empresas privadas, que podrían ofrecer soluciones más modernas y rentables. Entre las opciones que se mencionan, se ha hablado sobre la posibilidad de lanzar la nave Orión utilizando el Falcon Heavy de SpaceX, o el cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA) en combinación con una etapa Centaur V.
Sin embargo, los problemas no solo son financieros. La NASA también está lidiando con dificultades técnicas que amenazan con demorar aún más las misiones Artemis. Tras el descubrimiento de un desgaste inesperado en el escudo térmico de la nave Orión durante su reentrada en la misión Artemis I, se ha decidido reconsiderar su diseño para garantizar la seguridad de los astronautas que volarán por primera vez a la Luna en la misión Artemis II, planeada para septiembre de 2025.
A pesar de que la fecha se aproxima, la NASA sigue siendo hermética respecto a la naturaleza precisa del problema. Se ha anunciado que continúan las pruebas para mitigar la erosión en futuros vuelos, pero no se han revelado detalles específicos. El Inspector General de la NASA ha expresado su preocupación por la situación actual del cohete SLS y del programa Artemis, que refleja un problema más profundo relacionado con la influencia política y el lobby de grandes empresas que aseguran contratos lucrativos sin garantía de eficacia técnica o económica.
Esta situación ha desatado inquietudes no solo dentro de la NASA, sino también entre sus auditores gubernamentales, quienes prevén retrasos significativos en el programa Artemis. Con todos estos escollos, el regreso a la Luna se convierte en un objetivo cada vez más incierto para la NASA.