La llegada de una nueva semana se presenta crítica para el sector agrario español, marcado por la ausencia notable de Luis Planas, el ministro de Agricultura. A pesar de que proviene de Valencia y de que su comunidad ha sido una de las más afectadas por la reciente gota fría, Planas parece haber desaparecido de la escena pública en un momento en que el sector necesita de su liderazgo y apoyo.

Lo único que ha hecho el ministro es participar en un minuto de silencio con altos funcionarios de su departamento, y desde entonces ha estado más activo en redes sociales que en las acciones de recuperación y ayuda a los agricultores afectados. Resulta sorprendente que no forme parte del Comité de Crisis constituido por La Moncloa, donde están presentes ministros clave y tres vicepresidentas, en una situación que demanda atención y una respuesta rápida.

La Comunidad Valenciana está lidiando con la devastación de sus cultivos. Si bien aún no se han evaluado las pérdidas concretas debido a la dificultad de acceder a las fincas, hay indicios alarmantes de que productos esenciales como clementinas, caquis y otras frutas han sido severamente dañados. La incertidumbre sobre el estado de los árboles frutales y otros cultivos permanentes también se prolongará durante algunas semanas más.

Se espera que, a lo largo de esta semana, se proporcionen cifras más exactas acerca de los animales sacrificados y las infraestructuras dañadas, un dato crucial para entender el alcance de la catástrofe. Los agricultores siguen preocupados por lo que pudo ocurrir con los sistemas de riego y el acceso a sus propiedades, cuestiones vitales para la recuperación de sus actividades.

Agroseguro, que ocupa una posición de monopolio en el sector, ha lanzado cifras preliminares, pero muchos consideran que son más una estrategia de imagen que un reflejo de la realidad, ya que la mayoría de las valoraciones no han comenzado a realizarse. El verdadero impacto se conocerá en los próximos días cuando los peritos puedan visitar las fincas.

Además de las pérdidas en la Comunidad Valenciana, el fenómeno también ha afectado gravemente a zonas de Almería, donde el granizo ha dañado seriamente invernaderos, generando pérdidas que pueden ascender a cientos de millones de euros. También se han registrado problemas en varias provincias, incluidas Málaga, Albacete y Cuenca, aunque con daños menos significativos.

Paralelamente a esta crisis agraria, la semana será decisiva para los intereses de los agricultores y ganaderos de la Unión Europea, sobre todo por dos eventos clave: las elecciones en EE.UU., que podrían influir en la nueva Ley Agrícola y en la política comercial del próximo presidente; y la comparecencia del comisario designado de Agricultura ante el Parlamento Europeo para presentar su programa de trabajo.

La incertidumbre que se cierne sobre los mercados agrícolas es innegable y la falta de visibilidad de Luis Planas complica aún más la situación. Los agricultores se preguntan si su ministro está realmente consciente de la magnitud de la crisis. ¿Volverá a aparecer Planas para dar la cara o seguirá en el silencio? Solo el tiempo lo dirá.