Actualizado a las 18:19 La DANA, que ha devastado varias comunidades en España, está considerada uno de los desastres naturales más graves en las últimas siete décadas. Con más de 150 víctimas mortales registradas, esta catástrofe supera a la riada de Biescas en 1996 y a la riada del Turia en 1957, que también causaron numerosas muertes. Se considera que la mayor tragedia natural en la historia reciente de España fue la inundación en Vallés en 1962, que osciló entre 600 y 1,000 muertes, además de miles de heridos y daños económicos incalculables.

Inditex ha respondido a la situación ofreciendo cuatro millones de euros a Cruz Roja y Cáritas para apoyar a las víctimas, destacando la marcada solidaridad de empresas como Eroski, que también ha habilitado una campaña de donación en sus tiendas.

Un estudio reveló que la intensidad de las lluvias de la DANA fue un 12% más fuerte y dos veces más probable debido al cambio climático. Según investigadores, el calentamiento global ha influido en el aumento de precipitaciones, haciendo que estos eventos sean más comunes.

La situación sigue siendo crítica, con el número de desaparecidos aún en aumento. La Guardia Civil ha encontrado cuerpos en varias localidades y se espera que esta cifra pueda incrementarse a medida que continúan las búsquedas. A nivel internacional, Argelia y Francia han ofrecido asistencia, destacando la unidad en tiempos de crisis.

El presidente Pedro Sánchez ha declarado tres días de luto oficial, con la bandera nacional ondeando a media asta en todos los edificios públicos. Las comunidades afectadas, como Valencia y Castilla-La Mancha, han solicitado recursos adicionales al Gobierno para la reconstrucción y ayuda a los damnificados.

Mientras tanto, las clases se han suspendido en numerosas localidades, y las comunicaciones aún padecen cortes significativos. El Ministerio de Transformación Digital ha reportado un restablecimiento parcial de servicios, pero miles de hogares continúan sin electricidad. La atención se centra ahora en el rescate de las personas atrapadas y el acompañamiento a las familias afectadas.

La DANA, que ha destruido infraestructuras clave y ha alterado la vida diaria, continúa siendo un recordatorio devastador de los peligros que el clima extremo presenta. Las autoridades están en alerta y se espera que la evaluación completa de daños ayude a movilizar fondos y recursos para la recuperación.