¿Cómo influye la dieta en el riesgo de desarrollar demencia?
2024-12-26
Autor: Lucia
¿Sabías que lo que comes puede afectar tu riesgo de demencia? Recientes investigaciones han arrojado luz sobre este tema crucial, revelando que la dieta podría ser un factor determinante en el desarrollo de esta enfermedad devastadora.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido que para 2050, se prevé que el número de casos de demencia alcanzará la impactante cifra de 152 millones a nivel mundial. Este aumento generará una presión considerable sobre los cuidadores y los sistemas de atención sanitaria. A pesar de los progresos en tratamientos farmacológicos, las medidas preventivas son aún escasas, y aquí es donde entra en juego la dieta.
Investigaciones anteriores han sugerido que las dietas antiinflamatorias, destacando la dieta mediterránea, están asociadas con un menor riesgo de deterioro cognitivo. Ahora, un nuevo estudio publicando en 'Alzheimer's & Dementia' se adentra en el Índice Inflamatorio Dietético (DII), que evalúa el potencial inflamatorio de los alimentos que consumimos. Este estudio concluyó que aquellos que obtuvieron puntuaciones altas en el DII —es decir, quienes seguían dietas ricas en alimentos proinflamatorios— enfrentaban un mayor riesgo de desarrollar demencia, especialmente la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores analizaron datos de la cohorte del Framingham Heart Study, incluyendo a 1.487 participantes mayores de 60 años, todos ellos sin demencia al inicio del seguimiento, que duró aproximadamente 13 años. Se evaluaron 36 componentes dietéticos, clasificados en antiinflamatorios (como fibra y omega-3) y proinflamatorios (como grasas saturadas y azúcares). A medida que las puntuaciones del DII aumentaban, también lo hacía el potencial inflamatorio de las dietas de los participantes.
Lamentablemente, de los 1.487 participantes, 246 desarrollaron demencia, incluyendo 187 casos de Alzheimer. Aquellos que consumieron dietas proinflamatorias tuvieron un riesgo significativamente mayor de demencia. Los resultados son alarmantes: por cada aumento en la puntuación del DII, el riesgo de demencia aumentó en un 21% y, en el caso del Alzheimer, en un 20%.
A pesar de estos hallazgos, expertos como Gurutz Linazasoro subrayan que los estudios observacionales no pueden establecer relaciones causales definitivas. Este año, incluso la Comisión de The Lancet identificó 14 factores de riesgo para la demencia, sin incluir la dieta entre ellos.
Sin embargo, la correlación encontrada en el estudio es notoria; hay una variación del riesgo del 84% entre las puntuaciones más altas y más bajas del DII, lo que invita a una profunda reflexión. Algunos puntos críticos que se deben considerar son: la fiabilidad de los datos brindados por los participantes y la inclusión de componentes como el alcohol y la cafeína en los grupos de nutrientes antiinflamatorios.
La relación entre cafeína y función cognitiva es complicada: a dosis bajas puede ser benéfica, pero a partir de la cuarta taza al día, los efectos pueden volverse negativos. Asimismo, estudios recientes sugieren que el consumo moderado de alcohol, lejos de ser saludable para la cognición, podría tener efectos adversos.
En resumen, la evidencia sugiere que una dieta balanceada, rica en alimentos antiinflamatorios y baja en proinflamatorios, podría ser una estrategia valiosa para combatir el riesgo de demencia, pero aún queda mucho por investigar en este área crítica para la salud pública.