Este sábado, la Parroquia de San Vicente de Paúl se viste de gala para culminar la conmemoración del 25 aniversario de la llegada de la Virgen de Dolores y Esperanza a su comunidad. Un evento profundamente emocional donde la devoción de los vecinos se ha entrelazado con la historia de esta querida imagen mariana, que ha germinado raíces fuertes entre los habitantes del barrio, haciendo que cada culto sea una verdadera fiesta de fe.

A las 19:00 horas del 21 de septiembre, las puertas de la casa hermandad se abrirán para dar inicio a un recorrido que promete ser inolvidable. La comitiva recorrerá un itinerario que incluye calles emblemáticas como Reboul, Agustín Martín Carrión y La Unión, antes de culminar en la plazuela dedicada a María Santísima de Dolores y Esperanza alrededor de la 01:30 horas con el tradicional encierro.

La imagen de la Virgen saldrá en un espectacular trono de Semana Santa, adornada con el antiguo palio de terciopelo verde, una joya bordada en los años 40 por las Madres Trinitarias. Además, la Virgen lucirá un manto procesional de terciopelo negro, bordado en oro por Leopoldo Padilla, y una saya bordada en terciopelo verde diseñada por Manuel Mendoza. Para completar su atuendo, se presentará un hermoso rosario de oro y plata, junto a otras piezas de joyería que hacen parte de su ajuar.

En la mágica atmósfera de la procesión, más de 180 hermanos portarán cirios en un cortejo que estará encabezado por la banda de cornetas del Carmen y culminará con la banda de música de La Cruz del Humilladero. Los tronos estarán llevados por hombres y mujeres que lucirán túnicas especiales, destacando el color negro con cíngulo verde, en honor a la advocación de la imagen.

Durante esta semana, la parroquia también celebra un septenario extraordinario en honor a la Virgen, que culminará el jueves con un solemne traslado de la imagen. Este traslado contará con la novedad de que será acompañado por la Banda Escuela de La Cruz del Humilladero por primera vez, convirtiendo cada momento en un espectáculo musical.

Para esta ocasión tan especial, la Virgen estará vestida con una indumentaria del siglo XIX, un terciopelo negro bordado en oro, cedido por la hermandad de los Dolores de Yunquera. La primitiva ráfaga de plata sobre su cabeza, restaurada por Manuel Valera, añade un toque de majestuosidad a su presencia.

La Comunidad de La Cruz del Humilladero está lista para vivir con fervor esta celebración que no solo rememora 25 años de devoción, sino que también fortalece los lazos comunitarios y renueva la fe de todos los vecinos. ¡No te lo pierdas, será un evento inolvidable! ¡Viva la Virgen de Dolores y Esperanza!