Este jueves, Arthur Vermeeren regresa al Metropolitano a menos de un mes de su salida. El joven centrocampista belga, cedido por el Atlético de Madrid al Leipzig hasta final de temporada, se enfrentará a su exequipo en la primera jornada de la Champions League. Este prometedor jugador, que se esperaba que deslumbrara con las rayas rojiblancas, se vio forzado a abandonar el club debido a la falta de encaje con la filosofía de juego de Diego Simeone.

Desde su llegada al Atlético, las opiniones sobre Vermeeren no se hicieron esperar. Muchos sorprendidos por su elección de unirse al club, pues es un perfil de futbolista completamente diferente al que busca Simeone: "Él quiere jugadores intensos, que puedan correr durante 90 minutos. Vermeeren, por el contrario, juega más con la cabeza que con las piernas, es más un jugador que busca controlar el ritmo del juego al estilo de la escuela del Barcelona", explica Stephan Keygnaert, periodista belga de HLN.

El Atlético invirtió 20 millones de euros en Vermeeren, quien brilló en el Royal Amberes, pero su paso por el club colchonero se ha limitado a apenas 160 minutos en 23 encuentros. En el duelo número 24, contra el Girona, el centrocampista no fue convocado debido a su inminente traspaso al Leipzig.

La crítica no se ha hecho esperar. "La verdadera pregunta es: ¿quién decidió traer a Vermeeren al Atlético? Simeone rápidamente perdió confianza en él porque no encajaba en su estilo de juego. No culpo al Cholo, sino a quien tomó la decisión de ficharle y al propio jugador por elegir venir aquí", concluye Keygnaert.

Casi cumpliendo 18 años, Vermeeren era una pieza clave en los esquemas de Mark van Bommel en el Amberes, y su fichaje por el Atlético ha dejado muchas interrogantes. Ludo Vanderwalle, periodista de Het Nieuwsblad, asegura que su incorporación "llegó demasiado pronto". "En Bélgica fue una revelación, pero su fichaje por el Atlético fue un poco exagerado. Me consta que el Valencia también estaba interesado en él. Quizás un paso intermedio habría sido más adecuado", afirma.

Timidez y modestia marcan la personalidad de Vermeeren, quien describía su paso por el Atlético como la primera aventura lejos de su hogar. "No hablaba mucho en el vestuario. Pasé de ser un desconocido a una figura expuesta en el Atlético", relata. Reconoce su carácter introvertido: "Soy una persona tímida, prefiero que mi fútbol hable por mí", confesaba en una reciente entrevista con los medios del Leipzig.

A pesar de los pocos minutos jugados, Vermeeren no considera su etapa en el Atlético un error: "Aprendí mucho, hice nuevos amigos y crecí como persona", defendía. El compañero Reinildo jugó un papel crucial en su adaptación: "Fue quien más me apoyó cuando no jugaba. Siempre me recordaba mantenerme positivo y feliz. Espero volver a verlo y charlar después del partido."

Con su nueva aventura en el Leipzig, Vermeeren tiene la oportunidad de volver a probar su valía en un entorno diferente. ¿Logrará brillar y demostrar que su paso por el Atlético fue solo un contratiempo? La respuesta la sabremos pronto.