Carlos Sainz no tuvo el inicio esperado en el Gran Premio de Singapur, enfrentándose a un difícil primer día tras un accidente en la Q3 que lo hizo comenzar en décima posición. Para mejorar su situación en la carrera del domingo, Ferrari decidió implementar una estrategia arriesgada al optar por una parada temprana. La decisión permitió a Sainz recuperar posiciones, aunque admitió que pagarían las consecuencias de su mala clasificación. "Pagamos el precio de la mala clasificación", reveló.

Durante la carrera, Sainz perdió dos posiciones en la salida, lo que complicó aún más su situación. A pesar de esto, la estrategia del equipo resultó efectiva, llevando al piloto a finalizar séptimo en una carrera donde el objetivo principal era "limitar daños". Charles Leclerc también tuvo una clasificación desafortunada, terminando noveno, lo que evidenció los problemas del equipo en el fin de semana.

Sainz explicó: "El ritmo de carrera nunca fue nuestra preocupación este fin de semana. Se trataba más bien de la vuelta rápida en la clasificación donde, como hemos visto este año con este coche, hay una ventana muy pequeña para hacer funcionar los neumáticos". Añadió que aprenderían de sus errores para las próximas seis carreras, buscando mejorar su posición en la tabla.

El próximo Gran Premio de Estados Unidos está a la vista, y Sainz sabe que será un verdadero desafío. La carrera en Singapur puso fin a una serie de eventos que, en teoría, eran favorables para el SF-24, pero los resultados no fueron los esperados. A pesar de haber obtenido una victoria reciente en Monza, la posición del equipo en el campeonato apenas ha cambiado. Sainz y Ferrari deberán analizar cómo se comporta su coche en circuitos más tradicionales como el de Austin, donde el trazado cuenta con curvas rápidas y es mucho más mixto.

Con un parón de tres semanas por delante, el equipo tiene tiempo para ajustar su estrategia y preparar su regreso a la competición.