La reciente introducción de la vacuna contra la bronquiolitis en España ha revolucionado el tratamiento y la prevención de esta enfermedad en lactantes. Con una impresionante reducción del 75% en las hospitalizaciones de niños menores de un año y la administración de hasta 277.000 dosis, se ha convertido en un referente en el ámbito pediátrico. "Esta vacuna representa un hito histórico, comparable a la aparición de la vacuna contra la meningitis", celebra María Garcés, pediatra y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP).

La vacuna, conocida como nirsevimab y comercializada bajo el nombre de Beyfortus, actúa como un anticuerpo monoclonal. "Proporciona a los bebés los anticuerpos que cualquier adulto podría generar frente al VRS, pues ellos son demasiado pequeños para producirlos", explica Garcés. Aprobada por la Unión Europea hace dos años para prevenir enfermedades respiratorias inferiores causadas por el VRS, la temporada 2023-2024 marcó su debut en el país, tras la autorización de la Comisión de Salud Pública.

Prospectos de éxito continuo

Con el inicio de la nueva temporada, se prevé que la administración de esta vacuna continúe cosechando éxitos. "No dudamos en que los resultados serán tan positivos como en la temporada pasada, especialmente considerando su efectividad inicial", asegura la pediatra. Cabe destacar que el VRS es responsable del 80% de los casos de bronquiolitis y neumonía en lactantes, siendo particularmente prevalente entre octubre y marzo.

Las bronquiolitis que requieren hospitalización pueden afectar drásticamente la vida de las familias. "Los más pequeños corren el riesgo de necesitar intubación y no existe un tratamiento específico para la insuficiencia respiratoria que presentan; solo se pueden ofrecer medidas de soporte como oxígeno y alimentación", advierte Garcés. Además, los niños que se recuperan pueden sufrir hiperreactividad bronquial, haciéndolos más susceptibles al asma en el futuro.

Alta eficacia y seguridad de la vacuna

Afortunadamente, España presenta una baja tasa de mortalidad por VRS; sin embargo, las hospitalizaciones en recién nacidos son un grave problema. Esta vacuna tiene el potencial de disminuir tanto las tasas de hospitalización como los costos relacionados, además de aliviar la ansiedad de los padres. Financiada en todo el país, la vacuna ha mostrado resultados impresionantes en cuanto a su seguridad y efectividad. "Solo hemos observado irritaciones en la piel en algunos casos, y su eficacia se sitúa en torno al 80%, llegando hasta el 90% en casos severos", resalta Garcés.

Para la temporada 2024-2025, la vacuna se recomienda para bebés menores de seis meses y aquellos nacidos entre el 1 de abril de 2024 y el 31 de marzo de 2025. También incluye a prematuros de menos de 35 semanas y niños con condiciones previas que aumentan su riesgo. "Parece que este año contaremos con un suministro asegurado de la vacuna", concluye la pediatra. En un contexto donde la salud infantil es prioridad, este avance se presenta como una luz de esperanza en la lucha contra enfermedades respiratorias severas.