El regreso de Dani Raba al estadio del Villarreal fue como el retorno de un espectro en Nochebuena, listo para atormentar a su antiguo club. El canterano salió con una motivación inusitada, demostrando que todavía tiene mucho que ofrecer en el terreno de juego.

Junto a Miguel de la Fuente, Raba causó estragos en la defensa del Villarreal, colaborando para los dos goles que el Leganés anotó antes del descanso. En el primer tanto, a los seis minutos, Raba realizó un gran desmarque y asistió a su compañero, quien dejó atrás a Logan Costa. Seydouba Cissè fue el encargado de marcar en el punto de penalti, justo después de recibir una camiseta que celebraba sus cien partidos como blanquiazul.

La presión sobre el Villarreal aumentó cuando Raba fue derribado por Costa, lo que llevó a otro gol del Leganés a través de un penalti ejecutado con maestría por el propio Raba, mientras Luiz Júnior quedó desorientado. Sin embargo, este momento de fortuna para el Leganés no duraría, ya que el protagonista de la noche, Barry, tenía otros planes.

El delantero francés logró igualar la contienda con un gol astuto, desviando un tiro libre que Javi Hernández pudo despejar con muy poco esfuerzo. Su segundo gol llegó justo antes del medio tiempo, transformando un penalti en respuesta a una falta de Matija Nastasic sobre Yeremi Pino, teniendo así un impacto impresionante en su salida al campo.

En la segunda mitad, Barry revolucionó el partido. En cuestión de minutos, provocó la expulsión de Óscar Rodríguez, quien no podía controlar su frustración y cometió una falta sin balón. Posteriormente, Barry aprovechó un error defensivo para anotar su segundo gol, mostrando su instinto goleador. Con un hat-trick ya en su haber, el estado de ánimo del equipo de Leganés decayó y su defensa se desmoronó.

El Leganés, aturdido, vio como Jorge Sáenz también fue expulsado tras un codazo absurdo. Las cosas se complicaron aún más con un nuevo penalti, esta vez cometido por Adrià Altimira, que le costó caro al equipo. Gerard Moreno fue el encargado de sellar el destino del Leganés desde el punto de penalti.

El espectáculo culminó cuando Pau Cabanes, en el tiempo de descuento, aprovechó un rebote tras un tiro de Barry al palo para marcar el quinto gol. El público, cada vez más frustrado con el árbitro, abandonó el estadio, mientras los jugadores del Leganés se quedaban preguntándose cómo habían dejado escapar una victoria que parecía a su alcance al comienzo del partido.