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Azerbaiyán defiende el petróleo y el gas en la COP29: ¿Por qué su postura genera tanta controversia?

2024-11-12

Autor: Francisco

En una audaz declaración en la cumbre climática COP29, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, afirmó que el petróleo y el gas son «regalos de Dios» y defendió a su país y a otros productores por poseer estos recursos naturales. Durante el evento, que ha reunido a aproximadamente 75 líderes mundiales, Aliev enfatizó que no se debe culpar a los países ricos en hidrocarburos por su existencia ni por su participación en el mercado global.

El líder azerbaiyano insistió: «El petróleo, el gas, el viento, el sol, todos son recursos naturales. El mercado los necesita». Su afirmación se produce en un contexto donde los científicos advierten sobre la incompatibilidad de los combustibles fósiles con los esfuerzos necesarios para combatir el cambio climático.

Sin embargo, Aliev recordó que la Unión Europea solicitó a Azerbaiyán hace dos años que duplicara sus exportaciones de gas. Este punto es crucial dado el creciente desafío energético que enfrenta Europa debido a la crisis en el suministro, acentuada por la guerra en Ucrania y la reducción de las importaciones de gas ruso.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, que también se dirigió a los asistentes al evento, hizo hincapié en que los países en desarrollo no deben salir de Bakú con las manos vacías. Subrayó la necesidad urgente de alcanzar acuerdos de financiamiento climático, con el objetivo de multiplicar por diez la financiación actual para ayudar a estos países a adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático.

A medida que se desarrolla la cumbre, las tensiones están presentes: solo una fracción de los líderes del G20 está en Bakú, mientras que muchos otros se preparan para la cumbre APEC en Lima, donde figuras clave como Joe Biden y Xi Jinping participarán. Entre las ausencias notables se encuentran el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente francés Emmanuel Macron, lo que subraya la división y divergencia en el enfoque global hacia el cambio climático y la energía.

Azerbaiyán, que es el segundo país rico en hidrocarburos en albergar una COP tras los Emiratos Árabes Unidos, se sitúa en una encrucijada. Sus esfuerzos por avanzar en la explotación de recursos fósiles chocan con la urgente necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras tanto, el clima mundial sigue deteriorándose; la temperatura media se espera que continúe alcanzando niveles alarmantes este año, dificultando aún más la lucha por mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados Celsius.

Las declaraciones de Aliev y Guterres reflejan la profunda división presente en la comunidad internacional: la necesidad de energía versus la obligación de proteger el planeta. La COP29 se presenta no solo como un foro de diálogo, sino como un campo de batalla ideológico donde se discuten los caminos futuros que deberá tomar la humanidad en su lucha contra el cambio climático. El futuro del planeta podría depender de las decisiones que se tomen en los próximos días.