Keir Starmer, el newly minted primer ministro del Reino Unido, ha hecho olas al expresar su fuerte apoyo a las drásticas medidas implementadas por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, contra la inmigración irregular. En una clara señal de su enfoque, el nuevo gobierno laborista se ha despojado de cualquier retórica compasiva en relación con el tema, considerando a las mafias que transportan personas a las costas británicas a través del Canal de la Mancha como 'una menace a la seguridad nacional'.

En un evento reciente en Glasgow, donde se reunió con casi 200 representantes de seguridad internacional, Starmer declaró: 'El mundo necesita despierta ante la gravedad de este desafío. Fui elegido para proporcionar seguridad a los ciudadanos británicos, y unas fronteras fuertes son parte de esa seguridad. La seguridad no se detiene solo en las fronteras'.

Desde enero de este año, más de 31,000 personas han arriesgado sus vidas cruzando el canal, con más de 17,000 de ellas llegando después de que Starmer asumiera el cargo el 5 de julio. Las últimas estadísticas son alarmantes: la cifra de muertes en estas travesías ha alcanzado los 60, lo que representa un aumento explosivo respecto al mismo periodo de 2023.

Starmer ha desmantelado los planes de su predecesor, Rishi Sunak, que incluían deportaciones masivas a Ruanda, y ha prometido utilizar más de 700 millones de euros originalmente destinados a ese plan para establecer un nuevo Mando de Seguridad de Fronteras. Este nuevo comando, dirigido por el ex presidente del Consejo Nacional de Policía, Martin Hewitt, tendrá amplios poderes para investigar y detener a sospechosos de estar implicados en el tráfico de personas, así como para embargar cuentas bancarias y restringir la libertad de movimiento de los involucrados.

'No hay nada progresista en mirar hacia otro lado mientras hombres, mujeres y niños mueren en el canal', dijo Starmer, quien argumentó que el tráfico de seres humanos es un problema que necesita ser combatido con urgencia. 'Debemos abordar esta actividad como una amenaza global a la seguridad, similar a la que representa el terrorismo', insistió.

Además, el primer ministro anunció una inversión adicional de casi 90 millones de euros para establecer una unidad de inteligencia especializada en el tráfico ilícito de inmigrantes. Sin embargo, también subrayó que el Reino Unido necesita urgentemente restablecer la cooperación con los países europeos tras el Brexit.

Como parte de su misión, Starmer dijo que buscará un nuevo pacto de seguridad con la UE que incluya el acceso a una red para compartir información de inteligencia en tiempo real. 'Lo plantearé este jueves en Hungría en la reunión de la Comunidad Política Europea', concluyó el primer ministro, dejando claro que su gobierno tomará medidas audaces para enfrentar este desafío crítico en el futuro cercano.