El Real Madrid ha vivido una auténtica pesadilla en el Santiago Bernabéu. Un Barcelona deslumbrante le ha pasado completamente por encima, arrasando con un contundente 0-4, especialmente durante la segunda mitad, donde se vio una clara superioridad.

A diferencia de otros clásicos, el partido no tuvo mucha tensión en el campo, ya que apenas hubo roces significativos entre los jugadores. Sin embargo, fuera del terreno de juego, Carlo Ancelotti se mostró visiblemente molesto con el banquillo del FC Barcelona.

Todo ocurrió tras el último gol del partido. Raphinha aprovechó un error de Lucas Vázquez al medir mal un balón por la espalda y lo picó por encima de Lunin, estableciendo el cuarto gol en el marcador. En ese momento, el banquillo del Barcelona estalló de júbilo, lo que provocó la indignación del técnico italiano, quien se dirigió a Hansi Flick para manifestar su desacuerdo, manteniendo un intercambio de palabras tenso.

Ancelotti en particular se quejó de que los jugadores del Barça no solo celebraron de forma exuberante, sino que también invadieron el área técnica del Madrid, algo que él consideró una falta de respeto. Su mayor molestia fue hacia Marcus Sorg, el segundo entrenador de Flick, quien también había cruzado la línea.

Más tarde, en la rueda de prensa, Ancelotti aclaró la situación: “Se produjo un incidente con el entrenador asistente, no con Flick. No ha sido un caballero al celebrar delante del banquillo. Se lo he señalado a Flick, y él estaba de acuerdo.”

Esta victoria del Barça no solo alimenta la rivalidad entre ambos equipos, sino que también plantea interrogantes sobre la estrategia y la moral del equipo blanco. La presión sobre Ancelotti aumentará en los próximos partidos, ya que los aficionados esperan una reacción contundente del Real Madrid para recuperar el prestigio tras esta sonada derrota.