En medio de la creciente preocupación sobre la gestión de emergencias en Valencia, muchos se cuestionan por qué el Gobierno de Pedro Sánchez no interviene directamente en la situación. Óscar Puente, Ministro de Transportes, ha ofrecido una explicación contundente. Asegura que "sería una mala idea" despojar a la administración que actualmente tiene el control de la situación, la cual posee "más conocimientos del territorio, más medios y mandos operando en el terreno", ya que esto podría "agravar la situación".

Puente subrayó la importancia de la cooperación entre diferentes niveles de gobierno, una red que ha funcionado eficazmente durante situaciones críticas. "Nuestro país cuenta con una arquitectura institucional que favorece la colaboración", expresó, enfatizando que la asociación entre las administraciones es fundamental durante catástrofes.

El Ministro advirtió que reemplazar toda la cadena de mando en momentos de crisis podría resultar en la pérdida de un tiempo precioso, algo que no se puede permitir ante la urgencia de las circunstancias. En lugar de eso, el Ejecutivo se focaliza en "provisionar de medios, y cada vez mayores", a la administración actual, asegurando que estos refuerzos sean "asimilables" para un manejo más eficiente.

A medida que las emergencias climáticas se vuelven más comunes, la administración pública enfrenta el desafío de adaptarse rápidamente. La gestión de crisis no solo requiere recursos, sino también una comprensión profunda del territorio y la capacidad de respuesta adecuada. El ministro concluyó que el objetivo del Gobierno es mejorar continuamente la preparación y la respuesta ante futuras eventualidades. ¿Estamos preparados para más desafíos en el horizonte?