En un contundente mensaje, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, lanzó una advertencia feroz el pasado domingo: su gobierno está listo para combatir cualquier intento de intervención por parte de Estados Unidos.

"A los imperialistas del norte les digo: estamos preparados y lucharemos si se atreven a poner un pie en Venezuela", afirmó durante una transmisión en el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV). Este llamado a la resistencia surge en medio de lo que Padrino califica como un "asedio" por parte de EE.UU., que impone "sanciones groseras y vulgares" mediante una "persecución comercial" con el objetivo de fomentar desestabilización interna.

Venezuela, con tensiones palpables en su frontera, ha desplegado 10,380 efectivos militares realizando diversas misiones a lo largo del país, reforzados recientemente por 15,000 miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y milicianos combatientes en los estados de Táchira y Zulia, adyacentes a Colombia.

La Guerra contra los Carteles: EE.UU. Aumenta la Presión

En un contexto más amplio, la administración de Donald Trump ha intensificado su lucha contra los cárteles de narcotráfico desde que asumió nuevamente el poder en enero. EE.UU. busca frenar el tráfico de fentanilo, una droga responsable de cerca de 50,000 muertes por sobredosis en 2024.

El despliegue militar estadounidense es significativo: tres destructores lanzamisiles y 4,000 marines están movilizados cerca de la frontera con Venezuela, y se ha reportado el envío de otros dos barcos, aunque aún no hay detalles de su llegada.

En febrero, EE.UU. designó a ocho grupos del crimen organizado latinoamericano, incluido el Tren de Aragua, como "terroristas globales". En un movimiento que elevó la tensión, en julio se añadió a la lista al cartel de los Soles, vinculado a Nicolás Maduro, quien ahora tiene un precio de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura.