Los virus respiratorios han tomado el protagonismo esta Navidad, y no es para menos. Con la gripe arrasando en varias comunidades, la COVID-19 bajo control (por ahora) y el virus respiratorio sincitial (VRS) en ascenso entre los más pequeños, la situación es preocupante.

Como si fuera poco, también hemos visto un resurgimiento del norovirus, conocido coloquialmente como el virus del estómago, que ha dejado a muchas familias en apuros durante sus reuniones festivas.

Pero la verdadera alarma ha estallado desde China con la aparición del metapneumovirus humano (HMPV), que ha comenzado a propagarse rápidamente. El Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades ha informado sobre un aumento notable de casos, especialmente entre niños menores de 14 años en las provincias del norte.

¿Es realmente el metapneumovirus un virus nuevo?

Al contrario de lo que muchos piensan, el metapneumovirus no es un patógeno reciente; se conoce desde hace más de 50 años, con su primer caso documentado en los Países Bajos en 2001. La doctora María del Mar Tomás, microbiologa del Hospital de A Coruña y representante de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), aclara que este virus pertenece a la misma familia que el VRS, el cual es conocido por ser la principal causa de bronquiolitis en recién nacidos y lactantes.

Se estima que, a nivel global, hasta un asombroso 90% de los niños pequeños han sido infectados con este virus en algún momento de su vida, lo que lo convierte en un protagonista silencioso en muchas infecciones respiratorias. Se ha visto que es responsable de entre el 3 y el 10% de las hospitalizaciones por infecciones respiratorias, afectando especialmente a los grupos más vulnerables como niños menores, ancianos e inmunodeprimidos.

Síntomas y Recomendaciones

Los síntomas asociados al HMPV son similares a los de otras infecciones respiratorias e incluyen tos, fiebre, congestión nasal y dificultad para respirar. En los casos más severos, puede derivar en bronquiolitis, neumonía o un agravamiento de condiciones como el asma.

Desafortunadamente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para el metapneumovirus. La transmisión ocurre a través de secreciones respiratorias, similares a lo que sucede con el SARS-CoV-2. La infección puede producirse también por contacto directo o al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca, nariz u ojos.

A pesar de las alertas provenientes de China, la doctora Tomás enfatiza que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha lanzado ninguna advertencia alarmante y que la situación de virus respiratorios suele repetirse cada invierno. Lo mismo ocurre con otras infecciones estacionales como la gripe y la COVID-19, justo cuando se cumplen cinco años de los primeros casos detectados.

Cómo Protegerse: Consejos Esenciales

Ante la falta de vacunas y antivirales, es crucial seguir algunos consejos de prevención que son bien conocidos:

- Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar.

- Utilizar pañuelos desechables para atrapar las secreciones respiratorias.

- Desechar los pañuelos inmediatamente después de usarlos.

- Realizar una higiene de manos meticulosa, ya sea lavándolas con agua y jabón o utilizando gel hidroalcohólico, especialmente tras el contacto con secreciones respiratorias.

Con la llegada del invierno y los virus en aumento, es fundamental mantener la calma, pero también estar atentos y seguir cuidándonos a nosotros mismos y a quienes nos rodean. ¡Mantente informado y comparte estos consejos para proteger a tu familia!