La temporada de gripe en Estados Unidos ha comenzado con fuerza, mostrando un aumento preocupante de casos en amplias regiones del país, según informaron el pasado viernes los funcionarios de salud pública.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han documentado incrementos notables en múltiples indicadores, que incluyen pruebas de laboratorio y visitas a salas de emergencia.

Alicia Budd, representante de los CDC, declaró: “Ha estado aumentando a un ritmo bastante constante durante las últimas semanas. Así que sí, definitivamente estamos en temporada de gripe ahora”.

Trece estados han reportado niveles altos o muy altos de enfermedades similares a la gripe, una cifra que se ha duplicado en comparación a la semana anterior. Un ejemplo es Tennessee, donde el área de Nashville está lidiando con un auge de infecciones. El Dr. William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, enfatizó: “La gripe ha estado aumentando, pero justo esta última semana ha explotado”. Hasta un 25% de los pacientes en una clínica local muestran síntomas similares a la gripe.

Luisiana también se ha vuelto un foco de atención, con la Dra. Catherine O’Neal, del mayor hospital privado del estado, advirtiendo: “Justo esta semana es realmente el punto de inflexión donde la gente está fuera por la gripe”, citando que muchos padres están reportando que no pueden ir a trabajar debido a la enfermedad.

Además de la gripe, las infecciones respiratorias pueden ser causadas por diversos virus, incluyendo COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS). Aunque las hospitalizaciones por COVID-19 han estado disminuyendo, el centro-oeste de EEUU todavía presenta una actividad alta. Por otro lado, las hospitalizaciones por VRS han comenzado a estabilizarse después de un rápido aumento, pero siguen superando las admisiones por gripe en algunos lugares.

A pesar de que los CDC ya han declarado el inicio de la temporada de gripe, no se ha identificado ninguna cepa dominante, lo que añade incertidumbre a la eficacia de las vacunas contra la gripe esta temporada. Recordemos que la temporada anterior fue considerada “moderada” en general, pero se extendió por 21 semanas y resultó en alrededor de 28,000 muertes relacionadas, siendo particularmente peligrosa para los niños, con 205 fallecimientos infantiles reportados, una cifra sin precedentes.

La preocupante tendencia de bajas tasas de vacunación observadas el invierno pasado podría estar detrás de esta severidad. Curiosamente, entre los menores que perdieron la vida y que eran elegibles para recibir la vacuna, el 80% no estaba completamente vacunado. Este año, las tasas de vacunación se mantienen bajas, con solo un 41% de los adultos y un 41% de los niños inoculados hasta el momento, una disminución del 3% respecto al año pasado para los niños.

Los expertos en salud instan a la población a vacunarse, especialmente en preparación para reuniones festivas invernales que podrían favorecer la propagación de virus respiratorios. El Dr. Schaffner advirtió: “No es demasiado tarde para vacunarse”. Sin embargo, se ha reportado que el Departamento de Salud de Luisiana ha retrocedido en sus recomendaciones de vacunación, sugiriendo que las personas hablen con sus médicos sobre la necesidad de inmunizarse.

La controversia en torno a las vacunas, especialmente la del COVID-19, sigue vigente, dado que ciertos funcionarios han manifestado preocupaciones sobre su seguridad y eficacia. Sin embargo, los expertos en salud pública enfatizan que las vacunas son cruciales para salvar vidas y que cualquier política que disuada a la población de protegerse constituye un grave riesgo para la salud pública.