La nueva tecnología militar de China, conocida como Crazy Li, ha captado la atención del mundo al incorporar un láser de alta potencia que puede atravesar metales, evocando imágenes de las increíbles armas de "Star Wars". Este innovador dron, de dimensiones reducidas, se convierte en una herramienta formidable en el campo de batalla, capaz de eliminar rápidamente objetivos enemigos.

Crazy Li es el resultado de un extenso trabajo llevado a cabo por un equipo de investigadores liderado por Li Xiao. Esta tecnología tiene implicaciones potencialmente aterradoras, ya que el láser no solo puede desintegrar materiales como madera y plásticos en fracciones de segundo, sino que también puede causar ceguera temporal o permanente a aquellos que se encuentren en su línea de fuego.

Una de las características más interesantes de este sistema es que los drones no emiten el láser directamente. En cambio, están equipados con dos tubos: uno recibe el láser enviado desde una estación terrestre y el otro lo canaliza hacia el objetivo. Esto significa que el dron actúa como un reflejador, haciendo posible que un láser de 1 kilovatio y una longitud de onda de 1.080 nanómetros sea utilizado de manera efectiva, a pesar de que el peso del láser recaiga en la estación de control.

El poder destructivo de Crazy Li es impresionante; se estima que puede vaporizar tejidos humanos en milisegundos y derretir un acero de 2,54 centímetros de grosor en solo 17 segundos. Más alarmante es que este láser es completamente invisible para el ojo humano, lo que hace aún más vulnerable a cualquiera que se encuentre en su línea de ataque.

La implementación de este láser en múltiples drones simultáneamente amplifica aún más su letalidad, convirtiéndolo en una amenaza significativa en conflictos futuros. Además, este adelanto en armamento no es un episodio aislado. En 2023, China ha revelado diversas innovaciones militares, incluyendo un submarino autónomo y un aumento en sus capacidades bélicas espaciales.

Mientras el mundo observa con preocupación, el desarrollo de Crazy Li marca un nuevo capítulo en la carrera armamentista, desatando debates sobre la ética y las implicaciones de tales avances en la tecnología bélica. ¿Estamos al borde de una nueva era en la guerra moderna?