El famoso cantante Alejandro Sanz ha causado revuelo en las redes sociales tras lanzar un emotivo mensaje sobre los estragos causados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en España. Sin embargo, esta vez las críticas no han tardado en llegar.

Desde su cuenta en X, Sanz se mostró preocupado por las víctimas de esta tragedia natural y arremetió contra los políticos, a quienes acusó de no estar mostrando la necesaria unidad para ayudar a los afectados en una situación tan crítica. "Hoy no tengo más cabeza ni más corazón que para las personas que han sufrido el golpe de la DANA en España... La unidad ahora es lo más importante", escribió en un intento de manifestar solidaridad.

Lo que Sanz quizás no anticipó fue la feroz reacción de los usuarios de redes, quienes le recordaron que el cantante reside en Miami y que, por tanto, sus impuestos no benefician directamente a su país. En respuesta a su mensaje, muchos internautas le cuestionaron su 'patriotismo'. Uno de los comentarios decía: "¿Sabéis lo que me da pena, tristeza y rabia? Que se den golpes en el pecho de patriotismo quienes pagan impuestos en Miami".

Pero eso no es todo. Los usuarios no solo arremetieron contra su residencia fiscal, sino que también sacaron a relucir su significativa deuda con Hacienda en España, lo que llevó a que muchos recordaran el compromiso que todos los ciudadanos tienen con su patria, especialmente en momentos de crisis. Según fuentes, se estima que Sanz debe una cantidad considerable a la Agencia Tributaria española, lo que ha avivado aún más el candidato de críticas hacia su mensaje.

El cantante aprovechó su plataforma para criticar a la clase política. Afirmó que ellos "se tiran las culpas unos a otros" y acusó a algunos de usar la tragedia como una herramienta para obtener réditos políticos. Con un tono vehemente, les instó a dejar de lado su “palabrería manipuladora y manida”, exigiendo que se involucraran directamente en las soluciones a las problemáticas de las zonas afectadas.

Sin embargo, esta declaración fue vista por muchos como un acto de demagogia, considerando que Sanz, al carecer de un vínculo directo en el país en este momento tan delicado, se posiciona desde un lugar de privilegio, lo que ha llevado a que su mensaje sea interpretado como una mera simplificación de una tragedia compleja.

Se plantea si figuras públicas como él deberían ser más conscientes del impacto que tienen sus palabras, especialmente en tiempos de crisis. La controversia ha despertado un debate sobre la responsabilidad de los artistas en tiempos de emergencia y el lugar desde donde pronuncian sus mensajes. Muchos esperan que Sanz, así como otros, retiren sus críticas a la política y asuman primero sus obligaciones tributarias con España antes de exigir cambios en la gestión de la crisis.