Ana Crespo, la renombrada bióloga canaria, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España. Nacida en Santa Cruz de Tenerife en 1948, Crespo proviene de una familia numerosa, donde siempre sintió un profundo respeto por la ciencia y la naturaleza. "En mi hogar había principalmente médicos y algún historiador. También muchas mujeres profesionales que me inspiraron", comenta Crespo desde su oficina en la Academia.

Con un enfoque particular en los líquenes, estos organismos vivos que son indicadores importantes de la salud ambiental, Crespo no solo ha contribuido a la ciencia, sino que también ha defendido la importancia de una educación ambiental sólida en la sociedad actual. "Deberían sonrojarse aquellos que visitan museos pero no pueden identificar una encina en el campo", afirma con convicción Crespo. Su comentario resalta una necesidad crítica de reconexión con la naturaleza e invita a reflexionar sobre el papel de la educación en la materia.

Bajo su liderazgo, la Academia busca promover no solo la investigación científica de alta calidad, sino también un mayor aprecio por el entorno natural. Crespo también ha sido una ferviente defensora de la igualdad de género en la ciencia, abogando por más oportunidades para las mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres.

La trayectoria de Ana Crespo es un ejemplo brillante de cómo la dedicación y la pasión por la ciencia pueden romper barreras. Con cada paso, anhela inspirar a la próxima generación de científicos y naturales, recordando la importancia de estar en sintonía con el mundo que nos rodea.