¡Aemet a la Defensa! La Verdad Tras la Devastadora Dana: Alertas Ocho Días Antes y Consecuencias Inesperadas
2024-10-31
Autor: David
El devastador fenómeno de lluvias torrenciales que azotó el sureste de España debido a una DANA se ha clasificado como uno de los peores desastres naturales del siglo, y entre los más intensos de los últimos 100 años, según las primeras evaluaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En medio de críticas, Aemet se defiende asegurando que realizó suficientes advertencias: alertó ocho días antes del evento, emitiendo la primera previsión el 20 de octubre, seguida de diversas notas informativas, entre ellas un aviso especial el 27 de octubre, y un aviso naranja desde el 26, que se convirtió en rojo, el máximo, el 28 a las 7:35 horas. En total, enviaron seis avisos ese día.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿se subestimó realmente la virulencia de la DANA? Según los datos, las precipitaciones finales en la zona más afectada casi duplicaron las previsiones iniciales. Rubén del Campo, portavoz de Aemet, admitió que mientras las previsiones indicaban acumulaciones de entre 180 y 250 litros por metro cuadrado, ciertos lugares como Chiva experimentaron más de 491 litros en tan solo ocho horas, lo que se equipara a la cantidad de precipitación que se recibe en un año completo.
Del Campo hizo autocrítica, señalando que en la zona de Utiel y Chiva las lluvias superaron las expectativas, alcanzando cifras récord. De hecho, otras estaciones meteorológicas no oficiales registraron hasta 630,6 litros. Para contextualizar estos datos, en noviembre de 1987 se registraron 817 litros en Oliva, y se estima que la inundación de Tous en octubre de 1982 superó los 1.000 litros.
La intensa actividad meteorológica en esta área particular fue impulsada por sistemas tormentosos que se regeneraron constantemente, un fenómeno conocido como trenes convectivos, lo que llevó a una persistencia de chubascos torrenciales. Además, la mezcla de un flujo de viento muy húmedo procedente de un mar Mediterráneo más cálido de lo habitual contribuyó a agravar la situación. Estas precipitaciones se dieron lejos de la costa, provocando inundaciones incluso en áreas menos afectadas.
Expertos como Roberto Granda, meteorólogo de Eltiempo.es, argumentan que la previsión fue adecuada, pero el problema radica en que la alerta de Protección Civil se emitió ya cuando se habían acumulado 300 litros, lo que pudo haber costado vidas y propiedades. Francisco Martín, coordinador de la revista especializada RAM, advierte que centrarse en los umbrales de precipitación puede llevar a malinterpretaciones. El color rojo en las alertas denota un peligro inminente para la vida y la propiedad, y urge a las autoridades a adoptar medidas más decisivas en casos de desastre.
Es esencial que la ciudadanía y las autoridades comprendan la gravedad de las catástrofes climáticas. Se deben tomar acciones proactivas como cerrar escuelas y suspender actividades para minimizar riesgos. Martín, quien dirige la conversación hacia un futuro más preparador ante eventos climáticos extremos, exige una revisión exhaustiva del sistema de alertas, señalando la necesidad de evacuaciones obligatorias y declaraciones urgentes de las autoridades.
La situación actual debe recordarnos la tragedia de Tous que cobró 30 vidas. Ahora, con cifras ascendentes de víctimas que alcanzan a 155, es imperativo actuar con seriedad. Los expertos coinciden en que necesitamos una revisión profunda del sistema actual, similar a la efectuada tras la catástrofe de hace 50 años. En un clima cambiante, la previsión meteorológica debe adaptarse a nuevas realidades y proporcionar alertas más efectivas para proteger a las comunidades.