Salud

¡Adiós al IMC! Un Nuevo Enfoque Revolucionario para Diagnosticar la Obesidad Basado en la Salud Integral

2025-01-18

Autor: José

La obesidad es una epidemia global que afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo. Ahora, un nuevo diagnóstico más preciso y exhaustivo podría cambiar por completo la manera en que entendemos y tratamos esta condición. Según un informe de Reuters, 76 organizaciones médicas internacionales han respaldado un marco innovador que propone dejar atrás el tradicional índice de masa corporal (IMC) en favor de criterios más holísticos que evalúen el impacto real de la obesidad en la salud de los pacientes.

Un reciente estudio publicado en 'The Lancet Diabetes & Endocrinology' insta a los médicos a no sólo considerar el IMC, sino también factores cruciales como la circunferencia de la cintura y la presencia de complicaciones asociadas para ofrecer un diagnóstico mucho más acertado. Este nuevo enfoque tiene como objetivo eliminar diagnósticos erróneos y optimizar el uso de los recursos de atención sanitaria.

Tradicionalmente, el IMC ha sido el estándar empleado para identificar la obesidad; sin embargo, 56 expertos de una comisión mundial han señalado que este método no siempre refleja con precisión el impacto del exceso de grasa corporal en la salud de una persona.

El profesor Francesco Rubino, quien preside la comisión y es miembro del King's College de Londres, enfatiza que “la obesidad es un espectro”. No todos los casos presentan el mismo impacto en la salud, por lo que una evaluación personalizada podría ser clave para mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento.

Clasificación de la obesidad

La Comisión propone clasificar la obesidad en dos categorías:

1. **Obesidad clínica**: Esta categoría incluye un exceso de grasa corporal que provoca problemas de salud funcionales, como dificultad para respirar e insuficiencia cardíaca. Se recomienda que esta condición sea tratada como una enfermedad crónica.

2. **Obesidad preclínica**: Se refiere a aquellos que tienen un exceso de grasa sin complicaciones médicas evidentes. Aunque estas personas no presentan síntomas inmediatos, deberían ser monitoreadas para reducir el riesgo de desarrollar problemas graves como diabetes o obesidad clínica.

IMPACTO EN LA ATENCIÓN SANITARIA

Este nuevo enfoque no sólo permitirá evaluaciones más precisas, sino que también transformará cómo se deciden los tratamientos. Rubino destaca que esta nueva precisión diagnóstica será útil para decidir cuándo es adecuado prescribir medicamentos innovadores, como los de la clase GLP-1, que han cambiado el tratamiento de la obesidad en los últimos años.

Además, este cambio de paradigma podría también afectar la cobertura de seguros de salud. En la actualidad, muchas aseguradoras sólo financian tratamientos de obesidad si se presenta una enfermedad asociada, como la diabetes. Sin embargo, con el nuevo reconocimiento de la obesidad clínica como enfermedad, el panorama podría cambiar drásticamente.

UN CAMBIO NECESARIO EN LA MENTALIDAD GLOBAL

La comisión espera que este nuevo marco contribuya a un cambio significativo en la percepción del público y de los profesionales de la salud respecto a la obesidad. “No podemos permitirnos tener una imagen borrosa de la obesidad”, afirma Rubino. Este marco también se propone abordar la división en el sistema médico sobre si la obesidad debe ser considerada una enfermedad o simplemente un factor de riesgo, algo que podría revolucionar el enfoque crítico hacia esta problemática sanitaria.

Con la creciente incidencia de la obesidad y sus complicaciones, un cambio en el diagnóstico y tratamiento no solo es necesario, sino urgente. Las nuevas directrices buscan sentar un precedente para un enfoque más comprensivo y efectivo en la salud pública.