La reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha causado estragos en Valencia, España, dejando a su paso más de 200 muertes y un gran número de desaparecidos, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Las lluvias, que alcanzaron los 500 litros por metro cuadrado, fueron intensificadas por un fenómeno de bloqueo atmosférico, creando un ambiente propicio para inundaciones devastadoras.

Lo que hay que saber: la DANA es un fenómeno meteorológico que ha cobrado fuerza en los últimos años, impactando gravemente a Valencia y ahora desplazándose hacia el norte, afectando también a Castellón y Cataluña, donde se han emitido alertas de tormenta.

Se estima que el cambio climático ha incrementado la intensidad y la frecuencia de estas tormentas en al menos un 15% en las últimas dos décadas, generando preocupación ante la posibilidad de eventos aún más extremos.

¿Qué es exactamente la DANA? Es una depresión en la atmósfera que resulta de la separación de las corrientes en chorro, creando áreas de aire frío que interactúan con masas de aire cálido y húmedo, lo que favorece la formación de fuertes tormentas y lluvias.

Durante esta situación en Valencia, se han registrado condiciones meteorológicas que permiten que una DANA permanezca estancada en una región, haciendo que los niveles de precipitación se acumulen, como sucedió recientemente, donde los 500 litros de agua por metro cuadrado causaron estragos innegables.

Expertos como Diego Araneo indican que la DANA es un fenómeno que no solo es característico de España, sino que también ocurre en otras partes del mundo, y que podría volverse más frecuente si las tendencias de calentamiento global continúan. Los sistemas de drenaje inadecuados y la saturación del suelo han agravado esta situación en Valencia.

Las consecuencias de estas tormentas son devastadoras, y se han propuesto medidas preventivas como la construcción de presas y la mejora de los sistemas de drenaje, además de mecanismos de alerta temprana para enfrentar la magnitud del fenómeno.

La naturaleza del fenómeno tiene implicaciones globales, dado que el aumento de la temperatura del aire y del mar afecta no solo a España, sino a muchos otros países. La AEMET advierte que este cambio en el clima significa que estamos en un planeta más cálido, lo que se traduce en un aumento de eventos meteorológicos extremos.

Este dramático aumento en la frecuencia y la intensidad de las tormentas como la DANA no representa solo un desafío para España, sino una señal de alarma para todo el mundo respecto del impacto del cambio climático.