El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado un fuerte ultimátum a Rusia, advirtiendo que enfrentará "altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones" si el presidente Vladimir Putin no pone fin a la guerra en Ucrania. Este comentario ha desatado una rápida y firme respuesta desde el Kremlin.

Dmitri Peskov, portavoz oficial del Kremlin, declaró que Rusia está "lista para un diálogo mutuamente respetuoso y de igual a igual". A pesar de la seriedad del asunto, insinuó que las advertencias de Trump no le sorprendían, afirmando que al expresidente "le gustan esos métodos. O al menos le gustaban durante su primera presidencia".

Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia ha estado llevando a cabo una invasión a gran escala en Ucrania, lo que ha llevado a intensas sanciones internacionales. Estos paquetes de apoyo económico y militar desde Occidente han sido fundamentales para que Ucrania resista la ofensiva rusa.

Trump también ha hecho sus propias críticas a la guerra, lamentando los elevados costos del apoyo a Ucrania y prometiendo, durante su campaña presidencial, que pondría fin al conflicto de inmediato. Sin embargo, no ha proporcionado detalles claros sobre cómo planea llevar a cabo dicha promesa.

En un reciente mensaje a través de su red social Truth Social, Trump insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo y detener esta "ridícula guerra", señalando que las consecuencias de no hacerlo podrían ser devastadoras: "Si no llegamos a un 'acuerdo', y pronto, no tengo otra opción que imponer altos niveles de impuestos y sanciones a todo lo que Rusia venda a Estados Unidos y otros países participantes".

Rusia ya enfrenta múltiples sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y naciones europeas, lo que ha llevado al país a buscar maneras de eludir dichas restricciones. Según un informe de la BBC, sus principales exportaciones al país norteamericano incluyen fertilizantes a base de fosfatos y platino.

El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dimitri Polyanskiy, ha enfatizado la necesidad de entender qué es lo que Trump quiere negociar antes de considerar cualquier propuesta. Aseguró que "no se trata simplemente de poner fin a la guerra", sino que es crucial abordar las raíces del conflicto ucraniano.

Añadió que la responsabilidad de la situación actual no recae completamente en Trump, pero sí está en su poder poner fin a la política que ha alimentado la crisis.

En medio de estos desarrollos, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiha, celebró los mensajes de Trump, esperando que esta nueva dinámica pueda contribuir a un acuerdo de paz duradero, justo y comprensivo.

Por otro lado, Putin ha manifestado su disposición a negociar el fin de la guerra, aunque siempre con la condición de que Rusia mantenga parte de los territorios ocupados en Ucrania. Además, ha exigido que Ucrania permanezca neutral en el ámbito geopolítico. Durante un panel en el Foro Económico Mundial, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subrayó que cualquier acuerdo implicaría la necesidad de al menos 200,000 soldados para mantener la paz, sugiriendo que esto podría incluir tropas estadounidenses.

Este choque de declaraciones y posturas revela que las tensiones entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos continúan en un punto crítico, y las posibilidades de que se logre un acuerdo pacífico parecen más inciertas que nunca.