El innovador mapeo digital de la salud está a punto de transformar la colaboración entre la Ingeniería Hospitalaria y la Medicina, abriendo un abanico de oportunidades fascinantes. El objetivo de Sanidad es claro: desarrollar un ‘avatar’ para cada persona, una replica digital que facilitará pronósticos sobre la salud de manera precisa y completamente ‘no invasiva’.

Para alcanzar esta ambiciosa meta, es vital avanzar en medicina de precisión, un reto que la Junta está enfrentando con determinación gracias al Plan Estratégico de Investigación e Innovación 2023-2027. Con la creación del Instituto Ibioleón, inaugurado el pasado 19 de abril, León se posiciona como un epicentro de la investigación en Biotecnología, Biomateriales, Inteligencia Artificial y Medicina Personalizada.

León destaca por su rápida implementación de la medicina de precisión, que promete revolucionar la atención médica tradicional centrada en la enfermedad. Este nuevo paradigma se enfoca en crear tratamientos personalizados que consideran las características únicas de cada paciente. Utilizando vastos volúmenes de datos, la medicina de precisión, combinada con inteligencia artificial, permitirá procesar y entender información que antes era difícil de gestionar.

Según expertos, la medicina de precisión ya está generando una “revolución en la asistencia”, mejorando no solo la calidad de atención, sino también la seguridad y eficacia de los diagnósticos y tratamientos. Este cambio de modelo no se traduce en mayores gastos, sino que busca reducir costos sin comprometer la salud del paciente.

Entre los avances destacables en Castilla y León, la estrategia en Medicina Genómica y Personalizada ya prioriza la secuenciación genética de pacientes con enfermedades raras. Esto se enmarca en el Plan Integral Piercyl, que ha estableciendo un modelo asistencial pionero para estos pacientes. Sin embargo, la creación de avatares humanos implicará superar retos como la ingeniería de tejidos y órganos, además de desarrollar sensores con retroalimentación dinámica.

Un informe titulado ‘Grandes desafíos en la interfase entre ingeniería y medicina’ matiza que el avatar no será simplemente un gemelo digital, sino que podría manifestarse físicamente para facilitar la exploración de tejidos y órganos, ofreciendo un vistazo al futuro de la salud. Este novedoso enfoque requerirá un mapeo digital exhaustivo de la salud y la enfermedad, con la posibilidad de que los componentes del avatar se conviertan en dispositivos inteligentes implantables.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un asistente de inteligencia artificial denominado Sarah, antes conocido como Florence, el cual tiene el objetivo de responder consultas de salud en varios idiomas, incluido el español. A través del uso de este asistente, se espera mejorar el acceso a información de salud de una manera interactiva y accesible, fundamental en un mundo donde más de la mitad de la población busca información sanitaria en línea.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha subrayado que “el futuro de la salud es digital”, insistiendo en la importancia de que los países aprovechen las tecnologías digitales para el bienestar de la población. Sarah, aunque todavía en fase de prueba, representa un paso hacia un sistema más integrado y asistido en la atención sanitaria, buscando reducir desigualdades en la información sobre salud y empoderar a los ciudadanos para que tomen decisiones informadas.