Sergio 'Sapito' Livingstone es recordado como uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol chileno y un pionero en el periodismo deportivo. Nacido el 26 de marzo de 1920 en una familia con raíces escocesas, Livingstone comenzó su carrera en el fútbol a los 15 años, destacándose rápidamente en la Universidad Católica, equipo al que dedicó gran parte de su vida.

Con un fuerte legado familiar en el deporte, su padre, Juan Livingstone, fue uno de los pioneros del fútbol en Chile. Desde joven, Sergio mostró un amor profundo por el arco, lo que lo llevaría a convertirse en uno de los arqueros más aclamados de su época.

Debutó profesionalmente con la Unión Española, pero su paso más significativo fue con la Universidad Católica, donde jugó desde 1938 hasta 1959, sumando un total de 366 partidos en el Torneo Nacional. Durante este tiempo, ganó varios títulos, incluyendo campeonatos en 1949 y 1954, así como un ascenso a la Primera División en 1959. Además, fue llamado a la Selección Nacional, participando en dos Copas del Mundo y dejando una huella imborrable en la historia del fútbol chileno.

En 1943, hizo historia al convertirse en el primer arquero chileno en jugar en el fútbol argentino, firmando con Racing de Avellaneda por la sorprendente suma de 280 mil pesos. Aunque su etapa en Argentina fue breve, fue un reconocimiento a su talento y a su creciente popularidad.

Pero el amor también jugó un papel clave en su regreso a Chile: una relación con una mujer lo llevó a dejar Racing y retomar su carrera en la UC. Livingstone vivió momentos de éxito en su carrera, pero también enfrentó desafíos personales, incluida una separación matrimonial que reflejó la complejidad de su vida fuera del campo.

Después de despedirse del fútbol profesional en 1959, Livingstone se destacó como comentarista deportivo, convirtiéndose en un ícono de la televisión chilena. Su humor, conocimiento y carisma lo convirtieron en una figura respetada. Trabajó en Televisión Nacional de Chile (TVN), donde cubrió eventos deportivos de gran envergadura como Mundiales, Juegos Olímpicos y Copas Davis.

Durante más de cuatro décadas, su colaboración con el periodista Pedro Carcuro fue legendaria. Ambos formaron una dupla que trascendió generaciones, destacándose por su química frente a las cámaras. Livingstone ganó el Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 1987, un reconocimiento a su notable contribución al periodismo en Chile.

Entre momentos memorables de su carrera en televisión, destaca una broma del Día de los Inocentes que Carcuro le hizo en 2009, mostrando la camaradería y el humor que definieron su relación.

Lamentablemente, el 11 de septiembre de 2012, el mundo del deporte chileno se vistió de luto al confirmarse su fallecimiento a los 92 años. Livingstone, quien había estado enfrentando problemas de salud, murió de un paro cardiorrespiratorio. La noticia conmovió a todos los que crecieron viendo sus comentarios y jugando con él en la memoria colectiva chilena.

Sergio Livingstone no solo dejó un legado en el fútbol, sino también en el corazón de aquellos que lo vieron como un ídolo. Su historia es un recordatorio de la conexión entre el deporte, la televisión y la vida que tantos han llegado a amar.