En un inusual giro de los acontecimientos, CNN Internacional entrevistó la noche del pasado martes a Bryan Flores, un joven de Carolina del Norte, durante la cobertura de las elecciones en Estados Unidos. Lo que se creía que sería una típica charla sobre los comicios se convirtió en un momento polémico cuando Bryan confesó que su novia lo forzó a ir a votar.

Con un tono de broma, Bryan comentó: "No iba a venir a votar, pero mi novia me bombardeó con llamadas y me obligó. Me dijo que iba a terminar conmigo si no lo hacía. Así que aquí estoy", expresó riendo mientras las cámaras captaban su reacción.

Sin embargo, al ser cuestionado por la periodista sobre si sus palabras eran una broma, él confirmó que en parte sí, pero admitió que su pareja realmente lo instó a que votara por Kamala Harris, la candidata del partido Demócrata.

En su testimonio, Bryan reveló que había votado por Biden en las elecciones de 2020, pero que para este año realmente no tenía ganas de participar en el proceso electoral. "Pensé en quedarme en casa, comer papas fritas y ver la televisión", añadió, lo que resalta una cierta apatía entre algunos votantes jóvenes.

Este relato pone de manifiesto un fenómeno curioso: la influencia que las relaciones personales pueden tener en la participación electoral, especialmente entre los jóvenes. La presión social y familiar en torno a la votación nunca ha sido tan palpable, y muchos jóvenes sienten que deben cumplir con las expectativas de sus parejas o familiares.

Mientras tanto, las elecciones en Estados Unidos continúan generando interés y controversia. En esta ocasión, el expresidente Donald Trump, quien ganó en 2016, busca reafirmar su poder en un país dividido. Se reporta que Trump ha acumulado 277 votos electorales, superando el umbral de 270 necesarios para proclamarse vencedor, y podría expandir su victoria con la suma de estados clave como Michigan, Nevada y Arizona en las próximas horas.