El presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad Abuselme, compareció el 22 de enero de 2025 ante funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) en una indagatoria relacionada con las casas de apuestas. Su testimonio, que se extendió por más de una hora, incluyó detalles sobre los vínculos de la ANFP con la empresa Betsson, que en 2023 se convirtió en el principal patrocinador de los torneos locales.

Según datos obtenidos por BBCL Investiga, Betsson se comprometió a pagar grandes sumas por el Campeonato de Primera División, pero solo cumplió con cinco de las 14 cuotas que pactó, antes de poner fin anticipado a su contrato. Esto se debió a la creciente presión del Gobierno, que amenazó con revocar la personalidad jurídica de la ANFP si mantenía relaciones con estas empresas.

De acuerdo con la declaración de Milad, la ANFP firmó dos contratos a fines de 2022, que entrarían en vigencia el año siguiente. Mientras que para la selección de patrocinadores se realizó una convocatoria en la que participaron varias firmas del sector. Milad mencionó que Betsson fue seleccionada como el patrocinador oficial el 3 de agosto de 2022, a pesar de que la oferta de 1XBet era considerablemente más alta, pero se descartó por su origen ruso, tras recomendaciones internas sobre compliance.

El contrato estableció que la ANFP debería promocionar la marca Betsson en todas las comunicaciones digitales, los estadios y en los uniformes de los equipos, a cambio de 8 millones de dólares, que se dividirían en cuotas entre 2022 y 2025. Sin embargo, poco más de un año después de la firma, en octubre de 2023, Betsson decidió poner fin a los acuerdos, citando razones relacionadas con hechos públicos.

El trasfondo de esta ruptura se relaciona con la reciente declaración de ilegalidad de la industria de las apuestas por parte de la Corte Suprema, lo que provocó una oleada de presión sobre la ANFP. Fuentes cercanas a la entidad sugieren que, ante la situación crítica, la ANFP optó por "inmolarse" para proteger a los clubes que dependen de estos patrocinios. Esta decisión permitió que los clubes continuaran operando y manteniendo sus fuentes de ingresos.

Mientras tanto, aunque Betsson se retiró, muchas instituciones deportivas en Chile, incluidos los grandes clubes como Colo-Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, aún mantienen vínculos con otras casas de apuestas, reflejando la compleja situación que enfrenta el fútbol chileno al lidiar con una industria en crisis.

Por lo tanto, la saga de la ANFP con las casas de apuestas no solo revela el complicado entramado de contratos y negociaciones, sino que también señala un momento crucial para el futuro de la financiación del fútbol en Chile.