Ozempic, Viagra y más: ¡Más de 80 medicamentos prometen combatir el Alzheimer en los próximos años!
2024-11-13
Autor: Isidora
A pesar de los desafíos que enfrenta la investigación y desarrollo (I+D) en la lucha contra el Alzheimer, la esperanza brilla en el horizonte. Los avances recientes en ensayos clínicos avivan la expectativa de contar pronto con nuevos tratamientos que complementen un arsenal terapéutico que actualmente es limitado.
En los últimos años, la gran apuesta en este campo han sido los tratamientos inmunoterapéuticos que buscan eliminar los depósitos de beta amiloide en el cerebro, ahora disponibles en forma de anticuerpos monoclonales. Los medicamentos lecanemab y donanemab están mostrando resultados prometedores, correlacionando la reducción de estas placas con una desaceleración del deterioro cognitivo.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. En Europa, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no ha aprobado lecanemab, citando su eficacia limitada frente a los riesgos de efectos secundarios graves, como la inflamación y hemorragias. Atrapada en un mar de investigación, actualmente existe un total de 81 tratamientos en desarrollo, con 16 de ellos en fases avanzadas de ensayos clínicos (Fase II/III y III).
Los estudios continúan, enfocándose en fases iniciales de deterioro cognitivo y demencia, con la esperanza de que el uso temprano de estos medicamentos pueda ser más efectivo. Junto al beta amiloide, la proteína tau se ha convertido en una segunda gran diana para las terapias emergentes, con varios anticuerpos en fases II y III diseñados para atacar esta proteína.
Esto demuestra que el campo de la neurociencia está cambiando rápidamente con distintas terapias; algunos medicamentos incluso provienen de tratamientos utilizados para otras condiciones, como la obesidad o la disfunción eréctil. La semaglutida, conocida por su uso en la diabetes, también ha mostrado efectos prometedores en la neuroprotección, y un inhibidor de la fosfodiesterasa 5, como el mirodefanil (un primo del Viagra), podría tener efectos únicos sobre la cognición.
Adicionalmente, nuevos enfoques están surgiendo. Por ejemplo, el fármaco BHV-8000, actualmente en fase I, se testa por su potencial para atravesar la barrera hematoencefálica y atacar el Alzheimer desde dentro. Un desarrollo intrigante también es el atuzaginstat, un inhibidor de proteasa que busca combatir bacterias periodontales y posiblemente reducir el deterioro cognitivo.
Otras moléculas prometedoras incluyen el fosgonimeton y NA-831, diseñadas para promover la neurogénesis, así como piromelatina, cuyo objetivo es mejorar tanto el insomnio como la función cognitiva. Así, las investigaciones se expanden, con un enfoque creciente en la tau y la inflamación, buscando una variedad de tratamientos sintomáticos y la eliminación de toxinas.
Según Raquel Sánchez Valle, coordinadora del grupo de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, aunque se están desarrollando muchas terapias, estas aún son similares a los primeros fármacos contra el beta amiloide. La experta destaca la importancia de continuar la investigación, enfatizando que es demasiado pronto para recibir resultados definitivos.
En cuanto a la estrategia que podría llevar a un tratamiento efectivo, la combinación de terapias parece ser clave. El Dr. Xavier Morató, director de ensayos clínicos del Ace Alzheimer Center Barcelona, enfatiza que no habrá una solución única para el Alzheimer, sino que se requerirán múltiples tratamientos que se combinen para enfrentar la complejidad de esta enfermedad. La necesidad de detección y tratamiento precoz es fundamental; sin embargo, la historia de lecanemab resalta que tener eficacia no siempre asegura la entrada al mercado.
Con la aprobación de medicamentos en países como Estados Unidos y Japón, la lucha avanza, pero en Europa aún queda camino por recorrer para que estos tratamientos transformen la vida de los pacientes. La doctora Mercè Boada, directora médica del Ace Alzheimer Center Barcelona, es optimista, señalando que, a pesar de los retos actuales, los beneficios potenciales que estos medicamentos pueden ofrecer a los pacientes son incalculables. ¡El futuro puede estar más cerca de lo que pensamos!