Nomofobia: el creciente peligro que acecha la salud mental de los chilenos
2024-11-12
Autor: Joaquín
La "nomofobia", un término que describe el temor a estar sin acceso al teléfono móvil, se ha convertido en una preocupación mundial y, particularmente, en un desafío para la salud mental de la población chilena. Según un reciente estudio de Nomophobia.com, un alarmante 76% de los chilenos se considera dependiente de su smartphone, y más del 20% confiesa que valora su dispositivo incluso más que a sus seres queridos.
Los números son inquietantes: el 64% de los encuestados admite pasar un tiempo excesivo utilizando su teléfono. Este fenómeno pone de manifiesto cómo, aunque los teléfonos inteligentes son esenciales en la vida moderna, su uso incontrolado está comenzando a afectar la salud mental y emocional de muchos. La penetración de la tecnología en la vida cotidiana ha sido rápida; hoy, el 67% de los chilenos posee al menos un smartphone, mientras que un 30% tiene dos o más.
Esta dependencia tecnológica no solo ha alterado la forma en que interactuamos socialmente, sino que también ha traído consecuencias negativas. El estudio revela que el 19% de los encuestados ha enfrentado problemas personales o laborales debido a su conexión constante con sus dispositivos. La nomofobia causa síntomas de ansiedad y nerviosismo, especialmente en situaciones donde no se puede acceder al teléfono. De hecho, el 67% de los participantes indicó que su mayor preocupación es no poder comunicarse con sus seres queridos. Camilo Bastías, psicólogo del Grupo Cetep, señala: “La necesidad constante de conexión deteriora la salud mental, alimentando el estrés y dependencia que, si no se tratan, pueden derivar en problemas más graves.”
Estrategias para afrontar la nomofobia
Superar la nomofobia y mitigar sus efectos negativos en la salud mental es posible a través de la implementación de límites y prácticas conscientes en el uso de los teléfonos móviles. Aquí algunos consejos recomendados por especialistas:
1. **Establecer límites de uso**: Fijar horarios específicos para utilizar el teléfono, como durante las comidas, en reuniones sociales o antes de dormir, puede ser clave para desconectarse y reducir la dependencia.
2. **Incluir actividades sin tecnología**: Participar en actividades que no involucren el uso del móvil, como hacer deporte, leer o disfrutar de la naturaleza, favorece interacciones sociales directas y una mejor calidad de vida.
3. **Practicar mindfulness y técnicas de relajación**: La meditación y ejercicios de respiración son herramientas útiles para combatir la ansiedad y desarrollar una relación más saludable con la tecnología.
4. **Fortalecer la autoestima y el autoconocimiento**: Trabajar en la autoaceptación puede reducir la necesidad de validación en el mundo digital, contribuyendo a menos dependencia emocional del dispositivo.
5. **Buscar apoyo profesional**: Si la ansiedad por mantenerse desconectado se vuelve abrumadora, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental. La terapia puede ofrecer técnicas efectivas para manejar la dependencia y la ansiedad.
6. **Utilizar aplicaciones que controlen el uso del teléfono**: Existen diversas aplicaciones diseñadas para monitorear el tiempo en pantalla y ayudar a los usuarios a establecer límites diarios.
Abordar la nomofobia es vital en una sociedad como la chilena, donde el uso de smartphones sigue en incremento. Reconocer el impacto emocional y mental que esta dependencia puede acarrear y adoptar estrategias para gestionar un uso saludable del tiempo en pantalla es crucial para preservar el bienestar y fomentar una relación equilibrada con la tecnología. ¡Es hora de tomar el control de tu vida digital antes de que sea demasiado tarde!