El tenista chileno Nicolás Jarry ha realizado un desgarrador análisis de la temporada 2024, una campaña que lo llevó al límite debido a la neuritis vestibular que lo afectó desde la mitad del año.

El actual número 36 del ranking mundial concluyó la semana pasada una temporada llena de altibajos y, en un giro inesperado, anunció que no continuará trabajando con su entrenador argentino Juan Ignacio Chela, decisión que ha dejado a muchos sorprendidos.

La final del Masters 1000 de Roma quedó marcada por su lucha contra un problema médico que afectaba su equilibrio y coordinación, lo que transformó su año en un verdadero desafío personal y profesional.

En una conmovedora entrevista con el sitio oficial de la ATP, Jarry, de 29 años, se sinceró sobre su travesía. "Es gratificante estar de regreso en casa después de dos meses de competiciones intensas... He pasado por un año tumultuoso, pero estoy listo para descansar y recargar fuerzas para la pretemporada y el próximo año", expresó con un tono reflexivo.

Con voz entrecortada, confesó: “Este año ha sido una mezcla de emociones; el segundo semestre fue realmente agotador mentalmente. Definitivamente, ha sido el año más difícil de mi vida. He enfrentado desafíos que nunca imaginé, desde llevar a mi hijo con COVID a la clínica en Australia hasta enfrentar la presión del circuito. Todo ha sido muy complicado".

En relación a su condición de neuritis vestibular, el nieto del legendario tenista Jaime Fillol señaló que, aunque fue una experiencia dolorosa, también le enseñó a apreciar el tenis de una manera diferente. "La segunda mitad del año fue crucial en términos de aprendizaje y crecimiento personal. A pesar de las dificultades, encontré la paz para valorar cada aspecto de mi vida como tenista"," agregó con una sonrisa.

Jarry sorprendió al comentar que su futuro en el tenis profesional estuvo en un hilo debido a esta lesión. “Pude haberme quedado sin jugar tenis para siempre. Tuve que lidiar con muchas sensaciones complicadas. Este tipo de lesión es única, no se compara con el dolor físico habitual. Tuve que aprender a tener paciencia y continuar con mi vida. La experiencia ha sido enriquecedora y me ha dado esperanzas para seguir adelante".

El tenista chileno añadió: "El 2024 me dejó grandes enseñanzas y creo que he tenido uno de mis mejores años en el circuito pese a las adversidades, lo que me motiva para luchar por un regreso aún más fuerte en 2025".

Pensando en el futuro, Jarry aseguró que, a pesar de los retos recientes, se siente optimista. “Estos últimos meses no han sido fáciles para mí, pero me he mantenido concentrado. Siento que estoy jugando bien, aunque sé que aún hay mucho trabajo por delante. Tengo una fe renovada en mis capacidades mentales y estoy listo para superar cualquier obstáculo".

Así, con una mirada llena de determinación, Nicolás Jarry se prepara para dejar atrás un año lleno de adversidades y enfocar todos sus esfuerzos en alcanzar nuevas y emocionantes metas en el próximo año.