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"¡Increíble!": Niña envía tierno mensaje a 'Jesucristo' creyendo que hablaba con Él

2025-03-20

Autor: Benjamín

La admirable inocencia de los niños sigue sorprendiendo al mundo, y una reciente anécdota viral lo demuestra una vez más. En un programa de Antena 3 llamado Espejo Público, se compartió la historia de una niña que, al ver un contacto guardado en el teléfono de su madre con el nombre de 'Jesús (Papa)', asumió que era el mismísimo Jesucristo.

La historia se hizo popular tras la revelación de la presentadora del programa, Lorena García, quien explicó que la hija de una de sus colaboradoras, confiada en que su madre tenía el número personal de Jesucristo, decidió enviarle un mensaje de voz. La niña, de solo 7 años, pronunció un tierno mensaje lleno de emoción y devoción.

"Hola Jesús, no me puedo creer que mi madre tenga tu número y eso que has muerto. Bueno, gracias por crear el mundo. Lo sé todo sobre ti, todo, y me encanta la religión. Y quiero ser amiga tuya, quiero hacer la catequesis, quiero hacer la comunión. ¡Súper besos!", se puede escuchar en el conmovedor audio.

Después de este emotivo momento, la madre de la niña, Miriam, explicó la confusión de su hija. Relató que estaba preparando la merienda cuando la pequeña le pidió el teléfono para enviar un mensaje a la madre de una amiga. Fue entonces cuando, al revisar su WhatsApp, sorprendida escuchó dos audios de ella.

Miriam narró: "Ella viene con una sonrisa y luego me empieza a sonar el WhatsApp y veo 'Jesús (Papa)', que es como lo guardé por ser un periodista especializado en el Vaticano. Al abrir el WhatsApp me doy cuenta del mensaje que había enviado mi hija."

Confiesa que, al preguntarle a su hija a quién le había mandado el mensaje, la pequeña simplemente respondió: "¡Jesús, Dios!". Para colmo, envió otro audio donde le decía a este 'Jesucristo' que se había puesto muy nerviosa y que esperaba que su mensaje llegara bien.

Esta divertida y conmovedora historia ha tocado el corazón de muchos cibernautas, quienes no pudieron evitar sonreír ante la pura fe infantil. Sin duda, un recordatorio de que la inocencia de los niños tiene la capacidad de conmover a todos, incluso a los adultos más escépticos.