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¡Increíble! El huso horario que realmente debería tener Chile y por qué es importante

2025-03-29

Autor: Sofía

Chile es uno de los pocos países de América Latina que se ajusta regularmente el huso horario para hacer un mejor uso de la luz solar. Alrededor de los equinoccios de otoño y primavera, los relojes se cambian para ajustar la hora a UTC-4 o UTC-3, respectivamente.

El próximo 5 de abril, Chile volverá a atrasar una hora los relojes, pasando de UTC-3 a UTC-4, lo que significa mañanas más luminosas y tardes más oscuras. Sin embargo, este cambio no se alinea con el huso horario que geográficamente le corresponde a Chile: el UTC-5, igual al de países como Perú, Colombia y Ecuador.

Para ponerlo en perspectiva, cuando todos los relojes marcan las 8 de la mañana, en realidad debería ser como si fueran las 6. Esto implica que el amanecer y el atardecer se producen mucho más temprano de lo que en realidad deberían, lo que puede tener un impacto significativo en las actividades diarias de la población.

Breve historia del huso horario en Chile

Chile ha tenido una larga y cambiante tradición en la asignación de su huso horario. En 1884, fue uno de los 26 países que asistió al Congreso del Meridiano en Washington, donde se discutió un meridiano universal para establecer la hora estándar. En 1912, fue parte de la Conferencia Internacional de la Hora en París, donde se creó el "Sistema de Husos Horarios". En ese momento, se le asignó a Chile el huso horario de +5 horas (meridiano 75° W).

En 1918, Chile cambió su hora oficial a UTC-4, y más tarde, en 1927, se adoptaron dos husos horarios diferentes: +5 para invierno y +4 para verano, con cambios programados en abril y septiembre cada año. Sin embargo, este sistema no se mantuvo a largo plazo.

A mediados del siglo XX, debido a la falta de energía, se realizaron más ajustes, dejando a Santiago y la zona central con una diferencia de +3 horas y el resto del país con +4. En 1968, se implementó el huso de -3 horas para ahorrar energía durante una sequía severa.

Desde entonces, Chile ha seguido alternando entre horarios de verano e invierno, pero las discrepancias con el huso horariogeográfico han continuado. En años recientes, hubo propuestas para unificar el huso horario permanente, pero la idea no ha prosperado completamente.

Este desfase entre el huso horario oficial y el que le correspondería geográficamente no solo afecta la organización del día a día, sino que también puede influir en la salud y el bienestar de la población, generando un debate activo sobre la necesidad de una reforma más permanente.

Conclusión

La problemática del huso horario en Chile es un tema que va más allá del simple ajuste de relojes; toca aspectos económicos, sociales y de calidad de vida. Cambiar a un huso horario más acorde a su ubicación geográfica podría llevar a un mejor aprovechamiento de la luz solar y a un ajuste más natural en la vida cotidiana de los chilenos. ¡Es hora de que Chile considere una reforma real en su huso horario!