El destacado delantero bosnio Edin Dzeko sufrió un escalofriante accidente en el partido de eliminatorias para la Copa del Mundo 2026, enfrentando a su selección contra Rumanía el pasado viernes. En un momento del juego, Dzeko bajó la cabeza para controlar el balón y, lamentablemente, recibió el impacto directo de la bota de un rival en la cara.

A sus 39 años, el jugador del Fenerbahçe no solo recibió un fuerte golpe, sino que cayó al suelo, comenzando a sangrar de forma alarmante. Esto llevó a que el cuerpo médico interviniera de inmediato, y Dzeko fue obligado a dejar el campo al finalizar el primer tiempo.

A través de sus redes sociales, mostró las devastadoras secuelas de la agresión: su cara estaba marcada por ojeras profundas, una herida en la nariz cubierta con vendaje y un tapón en una fosa nasal para detener el sangrado. En la publicación, Dzeko escribió: "All or nothing (todo o nada)", reflejando su espíritu competitivo, a pesar del dolor que evidenciaba su rostro.

Las reacciones de sus compañeros no se hicieron esperar. Jugadores como Mario Balotelli y Radja Nainggolan, excompañeros de Dzeko, bromearon al decirle: "Te ves bien así" y "Te ves genial", respectivamente, intentando aligerar la atmósfera tensa tras el incidente. Sin embargo, la prensa internacional fue más seria al calificar al mundialista de Brasil 2014 como “maltrecho e irreconocible”, subrayando la gravedad de su situación.

Además, Dzeko no pudo participar este lunes en la victoria de Bosnia sobre Chipre (2-1) en el mismo torneo clasificatorio, lo cual ha generado preocupación entre los aficionados y expertos sobre su condición de salud y recuperación. Este ataque en el campo reabre el debate sobre la seguridad de los jugadores y las sanciones a las entradas peligrosas en el fútbol. La imagen de Dzeko es un recordatorio de los riesgos que enfrentan los atletas en el deporte y de la necesidad de hacer del juego un lugar más seguro.