En un escalofriante suceso ocurrido en la madrugada del jueves en Bajos de Mena, el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, informó sobre la balacera que dejó un saldo trágico de un muerto y tres heridos. Lo más desconcertante fue que los atacantes intentaron rematar a una niña de apenas 13 años que resultó gravemente herida.

La violencia estalló en calle Reloj de Sol, el mismo lugar donde un hombre había sido asesinado días antes. En un contexto de velorio, al menos 150 balas fueron disparadas por individuos que irrumpieron en la reunión, aterrorizando a los presentes.

La balacera resultó en la muerte de un adolescente de 17 años, cuyas dos hermanas, de 13 y 11 años, y un joven de 23 años fueron trasladados al Hospital Sótero del Río. Este caos no terminó allí; los heridos fueron inicialmente llevados al Cesfam Raúl Silva Henríquez, donde los mismos atacantes amenazaron con “reventar” el consultorio si alguien sobrevivía.

Codina reveló que los delincuentes siguieron a la ambulancia que trasladaba a la niña de 13 años herida, con la intención macabra de terminar con su vida. Durante una aparición en el programa Expreso Biobío, el alcalde expresó su indignación señalando, “no dispararon a la ambulancia, pero le hicieron seguimiento. Siguieron a la ambulancia para rematar a la niña”.

Al ser preguntado sobre la escalofriante noticia de que los delincuentes intentaran asesinar a una menor, Codina lo calificó como “algo inaceptable. Estamos frente a una delincuencia que no tiene límites”.

Este horrendo acto ha generado un clamor para que se tomen medidas extremas de seguridad, incluida la protección adicional para la niña en el hospital. La población exige respuestas sobre la creciente violencia en la zona y la seguridad de los más vulnerables, incluidos niños y ancianos.

Mientras tanto, los residentes de Bajos de Mena viven en un estado de alerta constante, preguntándose: ¿Cuánto más se tolerará esta violencia? La comunidad no puede seguir así.