La Cooperativa Le Gouessant de Francia está dando un gran paso hacia el futuro con su proyecto de revolucionar el diseño de granjas, respondiendo a la creciente demanda de carne producida de forma ética y sostenible. Con el innovador concepto "Physior", buscan crear un equilibrio entre la producción convencional y la orgánica, priorizando el bienestar animal, la sostenibilidad ambiental y la eficiencia económica.

Durante el evento Space 2022, tuvimos la oportunidad de visitar la granja "La Maison Neuve" en Plestan, que se ha convertido en el primer ejemplo de la implementación total de Physior. Este lugar está diseñado no solo para la producción, sino como un banco de pruebas equipado con corrales centinela y tecnologías avanzadas que miden el bienestar de los animales.

Pierre Morfouace, propietario de la granja, decidió llevar a cabo una renovación sustancial en sus instalaciones, impulsada por el deseo de adaptarse a las nuevas expectativas sociales y por el interés de su sobrino, Jules Chatton, en continuar con la producción familiar. Desde su apertura, en abril de 2021, se ha establecido una capacidad de 265 madres y tiene una producción planificada de 6200 cerdos al año. Con una inversión inicial de 4,6 millones de euros, de los cuales un millón fue destinado a investigación y desarrollo, esta granja se posiciona como un modelo a seguir en la industria.

Mejorando el bienestar, tanto de animales como de trabajadores

El diseño del sistema Physior se basa en una zonificación eficiente, con áreas diferenciadas para descanso, alimentación y deyecciones, creando un entorno cómodo para los animales, así como para los trabajadores. En todos los edificios se favorece la luz natural y se promueve una ventilación optimizada, lo que contribuye a un ambiente más saludable tanto para los porcos como para el personal.

Las cerdas disfrutan de un alojamiento confortable sobre cama de paja, mientras que todos los cerdos tienen acceso al aire libre, fomentando su bienestar y libertad de movimiento. Esto es un cambio significativo respecto a las prácticas convencionales de producción porcina que a menudo comprometen estas necesidades.

Tecnología de punta en acción

Los corrales centinela son el corazón del sistema Physior, equipados con cámaras y sensores que rastrean el comportamiento de los animales. Esta recopilación de datos permite un seguimiento preciso del consumo de comida y agua, así como de las condiciones ambientales. En colaboración con el IFIP, se han establecido criterios de evaluación para observar aspectos fundamentales del bienestar animal y la relación humano-animal.

Beneficios y desafíos del modelo Physior

Aunque el modelo Physior presenta ventajas, como un entorno laborable atractivo y mejoras en el bienestar animal, también enfrenta desafíos. Las herramientas digitales facilitan la gestión cotidiana, pero la necesidad de suministrar paja a diario agrega una carga de trabajo adicional que los porcicultores consideran manejable y beneficiosa para la observación de los animales.

Pierre Morfouace ha notado un aumento en las solicitudes de empleo, indicando que el modelo es atractivo para los futuros trabajadores en un sector que enfrenta dificultades de contratación.

Resultados tangibles en bienestar animal

Desde la implementación de este sistema, los índices de caudofagia han disminuido notablemente, gracias a la mejora en la gestión de los objetos manipulables para los cerdos. Los partos en libertad han dado como resultado un promedio de más de 12 lechones por camada, cumpliendo con los estándares alternativos y abriendo la puerta para futuras mejoras.

Un futuro prometedor

Con un contrato de comercialización asegurado por 12 años y considerando un pequeño sobrecosto del 30% por este modelo productivo, los consumidores están cada vez más dispuestos a pagar más por estos productos éticos. Sin embargo, el verdadero reto será convertir esa intención de compra en acciones concretas en el mercado.

El horizonte es alentador para el sector porcino en Francia, que busca adaptarse a las demandas de un público cada vez más consciente de la calidad y el origen de su alimentación, prometiendo un futuro donde el bienestar animal y la sostenibilidad sean la norma, no la excepción.