Paraguay comenzó con el pie derecho las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026, al lograr una emocionante victoria contra Chile el jueves pasado, justo en el Día Mundial de la Felicidad. Este triunfante encuentro llevó a que nuestro país ascendiera en el ranking de felicidad global del puesto 57 al 54 entre 147 naciones. En el ámbito futbolístico, el equipo se posicionó en el cuarto lugar, manteniéndose en zona de clasificación para el Mundial.

El fervor y la euforia se palpaban en el ambiente, desde el recorrido del bus de los jugadores desde Ypané hasta el estadio Defensores del Chaco, hasta el emocionante momento del gol de Omar Alderete en el minuto 60. Los festejos patrioticos, que pronto se volvieron virales en redes sociales, reflejan la alegría desbordante que siente la afición paraguaya.

El Instituto de Previsión Social (IPS) abordó el fenómeno emocional generado por estos eventos deportivos. "Durante el partido y tras la victoria, nuestro enfoque cambia: dejamos atrás nuestras preocupaciones y nos entregamos a la alegría y la euforia. Este tipo de emociones hacen que nuestro cerebro libere dopamina, oxitocina y adrenalina, elementos que fomentan una explosión de felicidad, mientras que a su vez reducen la ansiedad y el estrés", señala el licenciado John, especialista en psicología.

El fútbol actúa como un poderoso conector social, unificando a la población en un sentido de bienestar colectivo que impacta profundamente en la salud mental. "Cuando una nación celebra, experimentamos un sentido de pertenencia a algo más grande que nosotros mismos", destacó el especialista. Este impacto emocional positivo, proveniente de una victoria deportiva, no solo levanta nuestro ánimo, sino que también disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, llevándonos a sentirnos más motivados y optimistas en nuestro día a día.

La psicóloga Liz Aguiar del IPS Ingavi resalta que la felicidad en Paraguay radica en los pequeños y auténticos placeres de la vida cotidiana. Algunos ejemplos incluyen compartir momentos con la familia, disfrutar de un tereré con amigos, el delicioso aroma de la sopa paraguaya hecha por la abuela, la pasión que se vive en el Defensores del Chaco durante los partidos, asistir a misa los domingos, la festividad de Semana Santa, y saborear un chipa apo.

Para potenciar nuestra felicidad, Aguiar recomienda mantener un diario de gratitud donde se anoten al menos tres cosas positivas cada día, fortalecer las relaciones sociales con amigos y familiares, cuidar tanto del cuerpo como de la mente a través de ejercicio, alimentación balanceada y descanso suficiente.

Además, vivir el presente es clave. Practicar la atención plena contribuye a reducir la ansiedad y nos permite disfrutar mejor del ahora. También es vital gestionar nuestras emociones de manera saludable, aceptando las negativas y desarrollando estrategias que nos ayuden a mantener el equilibrio emocional. Limitar el uso de redes sociales puede resultar beneficioso para evitar la peligrosa comparación constante con otros, algo que puede restar satisfacción personal.

Cada 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Felicidad, una conmemoración establecida por la ONU en 2012, destacando la importancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales. La felicidad es un estado subjetivo que va más allá de placeres momentáneos, englobando el bienestar emocional, la satisfacción con la vida y un sentido de propósito. ¡Celebremos esta felicidad albirroja y trabajemos por una vida más plena!