El pasado 6 de noviembre, la universidad fue el escenario de la emocionante “Feria de Bienestar Integral y Salud Mental”, organizada por el Departamento de Promoción de Vida Saludable de la Vicerrectoría de Apoyo Estudiantil (VRAE). Este magno evento congregó a miles de estudiantes y personal administrativo, reafirmando la firme dedicación de la universidad hacia la salud y el bienestar integral de su comunidad.

El Dr. Mauricio Guerra Velásquez, vicerrector de Apoyo Estudiantil, enfatizó la relevancia de este encuentro: “La feria surgió con el propósito de que nuestros estudiantes exploren y comprendan a fondo los servicios que dispone la VRAE en diversas áreas. Siempre buscamos generar espacios que permitan la difusión de recursos para el bienestar y la salud. Este evento ha sido crucial para fomentar hábitos de autocuidado y promoción de la salud”.

Karolyn Funke Gómez, jefa del Departamento de Promoción de Vida Saludable, también compartió su visión acerca del evento: “El bienestar integral no es solo una cuestión de salud mental, sino que abarca dimensiones psicológicas, alimentarias, espirituales y físicas. Este espacio de diálogo ha permitido a los estudiantes educarse y entretenerse a través de nuestras diversas actividades”.

Más de 30 stands fueron el corazón de la feria, cada uno diseñado para proporcionar información, educación y entretenimiento. Entre las actividades, se abordaron temas relevantes como la nutrición adecuada, la importancia del ejercicio físico y las técnicas efectivas para el manejo del estrés en la vida universitaria.

Uno de los stands que captó la atención de muchos fue el de “Manejo de Emociones y Vida Universitaria”, a cargo de la psicóloga Patricia Gallero de la Unidad de Promoción de Bienestar Psicológico (BPE). “Queremos que los estudiantes entiendan que todas las emociones son válidas, incluso las que no son placenteras. A través de actividades interactivas, buscamos generar conciencia sobre el manejo emocional y su impacto en la vida diaria de los estudiantes”, puntualizó.

La participación estudiantil fue masiva, y el ambiente de camaradería y apoyo mutuo dejó en claro el deseo colectivo de cultivar un entorno que prioriza el bienestar. Además, la feria incluyó seminarios, talleres de relajación y espacios para el ejercicio, destacando la necesidad de un enfoque holístico hacia la salud.

Sin duda, este evento no solo dejó eco en los pasillos de la universidad, sino que sembró la semilla del autocuidado en la comunidad estudiantil, reiterando la importancia de cuidar de nuestra salud mental y emocional. ¡Un evento que marca un antes y un después en la vida universitaria!