En un alarmante suceso que ha sacudido a la comunidad académica, la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) ha sido víctima de un sofisticado hackeo que ha comprometido la seguridad de miles de datos confidenciales pertenecientes a sus estudiantes y profesores.

Según un comunicado oficial de la universidad, el 24 de octubre se registró un incidente de seguridad informática que, aunque fue controlado a tiempo gracias a protocolos de emergencia, ha hecho saltar las alarmas en la institución. "Estamos trabajando con las autoridades para investigar a fondo este ataque y asegurar nuestra infraestructura digital", afirmaron los responsables.

El grupo hacker RansomHub ha sido identificado como el autor del ataque, y se ha dado a conocer que liberaron un total impactante de 14 gigabytes de información en la dark web. Este tipo de vulneraciones no solo son un ataque a la privacidad, sino que ponen en riesgo la seguridad de todos los implicados.

Informes de medios como Fast Check revelan detalles escalofriantes: listas de Excel que contienen nombres, RUT, sedes, carreras y años de ingreso tanto de estudiantes de pregrado como de postgrado. Además, se divulgó información específicamente sobre los estudiantes deudores del Fondo Solidario, incluyendo sus correos electrónicos y fechas de cobro.

Las repercusiones de este hackeo podrían ser graves, no solo a nivel individual para los afectados, sino también a nivel institucional, ya que cuestiona la capacidad de la universidad para proteger la información sensible. Este tipo de incidentes pone de manifiesto la creciente amenaza de los ciberataques en las organizaciones educativas, lo que lleva a la urgencia de reforzar las medidas de seguridad en el ámbito académico.

La comunidad universitaria se encuentra en estado de alerta y las autoridades están instando a los estudiantes y académicos a estar atentos a posibles intentos de fraude o robo de identidad que pudieran derivarse de esta situación. Este escándalo ha abierto un debate necesario sobre la protección de datos y la responsabilidad de las instituciones para salvaguardar la información de su alumnado.