¡Descubierto el cráter más grande y antiguo de Venus! Un hallazgo que cambiará la historia
2024-11-16
Autor: Isidora
Recientemente, se ha dado a conocer un descubrimiento espectacular: un cráter que podría ser el más grande y antiguo de Venus. Este hallazgo promete ayudar a desentrañar el enigma de las misteriosas teselas que cubren parte de la superficie del hermano gemelo de la Tierra.
La Era de los Impactos
En los albores del sistema solar, el entorno era muy diferente al actual. En aquella época, pequeños cuerpos rocosos erraban entre los planetas recién formados. Al ser atrapados por la atracción gravitatoria, muchos de estos asteroides colisionaron con las superficies planetarias, creando cráteres de impacto en planetas y lunas rocosas.
En nuestro planeta, los intensos procesos geológicos y erosivos han borrado la mayoría de estos cráteres. Sin embargo, en Mercurio, Marte y la Luna, estos gigantescos impactos permanecen intactos. A diferencia de ellos, Venus presenta un panorama más complejo; su densa atmósfera ha erosionado gran parte de los cráteres, dificultando su visibilidad. Los cráteres más grandes identificados en Venus alcanzan apenas 300 kilómetros de diámetro y son relativamente jóvenes, con una edad de apenas 1.000 millones de años o menos. Contrasta con Mercurio y Marte, donde existen cráteres de más de 2.000 millones de años y diámetros que superan los 1.500 kilómetros.
Los Misterios de las Teselas
Un análisis detallado de unas de las zonas más antiguas de Venus ha revelado una enorme estructura creada por un impacto, que puede ofrecer pistas sobre las etapas iniciales de la historia de nuestro planeta vecino. Este estudio fue llevado a cabo por un equipo liderado por el profesor Iván López de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, enfocándose en una región conocida como Haastte-Baad.
Elegida por su antigüedad geológica, Haastte-Baad es un ejemplo de lo que los científicos conocen como 'teselas' o 'tésseras': terrenos que se extienden por cientos o miles de kilómetros, sobresaliendo a una altura de entre 1 y 2 kilómetros, y que presentan múltiples pliegues y deformaciones. Se cree que estas teselas tienen más de 1.500 millones de años de antigüedad, mientras que las llanuras circundantes, formadas por lava volcánica, son mucho más jóvenes.
En la tesela de Haastte-Baad, el equipo de Iván López ha descubierto una gigantesca estructura circular de múltiples anillos, donde el más externo presenta un diámetro de 1.500 kilómetros. Esto la convierte en cinco veces más grande que el mayor cráter conocido en Venus, y comparable a otros cráteres en diferentes cuerpos rocosos del sistema solar.
Un Hito en la Investigación Planetaria
Los investigadores, intrigados por la estructura de múltiples anillos, se preguntaron si podrían existir otras formaciones similares en el sistema solar. Hasta el momento, no se han encontrado estructuras análogas en Mercurio, Marte o la Luna, aunque se han identificado similitudes con los cráteres Valhalla de Calisto y Tiro de Europa, lunas heladas de Júpiter. Los estudios previos revelaron que ambos cráteres se formaron a partir del impacto de un asteroide que atravesó sus capas heladas, desencadenando un evento dramático.
Inspirados por estos hallazgos, el equipo de Iván López realizó modelos simulando el impacto de un asteroide en una gran tesela sólida de Venus, rodeada de lava caliente. Este fenómeno tendría como resultado la ruptura de la corteza y la expulsión de lava hacia el espacio, formando así la estructura en anillos que se ha observado.
El origen de las teselas, que cubren aproximadamente el 10% de la superficie de Venus, continúa siendo un misterio. Se considera que podrían estar vinculadas a periodos de bombardeo primitivo o a procesos similares a los que formaron los continentes en la Tierra. Por tanto, se les ve como una especie de equivalente venusino a los continentes terrestres.
Este fascinante trabajo de Iván López y su equipo se titula "Haasttse-baad Tessera Ring Complex: A Valhalla-Type Impact Structure on Venus?" y ha sido publicado en la prestigiosa revista *Journal of Geophysical Research: Planets*. Este descubrimiento no solo añade una nueva pieza al rompecabezas del sistema solar, sino que podría redefinir nuestra comprensión sobre Venus y sus características geológicas.