La violencia desmedida y el horror vivieron en carne propia una víctima en Arica, quien fue secuestrada y torturada por sus captores. Los agresores, identificados como Danyely Micheel González Ojane y Yohan Maximiliano Martínez Barrios, se encuentran bajo prisión preventiva tras la decisión unánime de la Corte de Apelaciones de Arica.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 14 de diciembre de 2024, cuando la víctima, tras disfrutar de una noche en un local nocturno en la playa Chinchorro, fue engañada por un conocido que la llevó a un vehículo. Una vez allí, otros dos cómplices se unieron, obligándola a desplazarse hasta el mirador del cerro La Cruz, donde fue despojada de sus pertenencias más valiosas: un teléfono celular, un reloj, documentos y tarjetas bancarias.

La brutalidad no terminó ahí. Tras golpear a la víctima, los secuestradores le perforaron la lengua con un destornillador, un acto de tortura que deja perplejo a más de uno. Luego, la llevaron a la casa de uno de ellos, donde la ataron, la golpearon nuevamente y la drogaron, aumentando así la angustia de la situación.

Después de varias horas de sufrimiento, los delincuentes decidieron introducir a la víctima en el maletero de su vehículo y la trasladaron hasta la playa Las Machas, donde finalmente fue liberada tras casi cuatro horas de cautiverio. Un momento que, con suerte, marca el final de un episodio aterrador en su vida, aunque las secuelas pueden perdurar.

El tribunal argumentó que la libertad de los imputados representa un peligro para la sociedad, motivo por el cual se ordenó su ingreso en el Complejo Penitenciario de Acha y en el Complejo Penitenciario Femenino, respectivamente.

Además, un tercer implicado en esta escalofriante historia, un adolescente identificado como G.O.A.M.R., ha quedado bajo medidas cautelares, que incluyen firmar semanalmente y prohibiciones de acercarse a la víctima.

Este caso resalta la alarmante ola de delitos violentos que han azotado la región y la necesidad urgente de violencia cero. Las autoridades siguen bajo presión para implementar medidas más eficaces que garanticen la seguridad de los ciudadanos. ¡La pregunta ahora es, cuántos más casos como este debemos soportar antes de que se tomen acciones reales?